Tulum.- (La Jornada Maya) La Fiscalía General de la República (FGR) atendió una denuncia hecha por ambientalistas por el relleno y devastación de duna y manglar para la construcción de un hotel en Xcacel. Los fiscales realizaron una inspección en la zona y aunque no dieron declaraciones, tomaron nota del presunto ecocidio cometido en esta zona y que ha sido ventilado en innumerables ocasiones en redes sociales por colectivos ecologistas.
Los fiscales federales acudieron en respuesta a una denuncia popular, interpuesta el pasado 10 de marzo de 2020 ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) contra el proyecto denominado «Obras complementarias para el desarrollo de servicios turísticos», promovido por el Banco Actinver, S.A. I.B.M. Grupo Financiero Actinver como Fiduciario del Fideicomiso Número 2959 «Fideicomiso Chemuyil», el cual se ubica en las Bahías de Chemuyil y Chemuyilito, al norte del Santuario de la Tortuga Marina Xacacel-Xcecelito, en el Municipio de Tulum, Quintana Roo.
La denuncia señala que el constructor viola lo que establece el Programa de Ordenamiento Ecológico Territorial de la Región denominada Corredor Cancún Tulum (POET), publicado en el Periódico Oficial del Gobierno del Estado de Quintana Roo el 16 de noviembre de 2001, así como las condicionantes de la autorización otorgada el 2 de agosto de 2019 con el oficio número SGPA/DGIRA/DG06031.
De acuerdo con los ecologistas consultados, el proyecto en cuestión su ubica en dos Unidades de Gestión Ambiental (UGAs); UGA 7 y UGA M1. En la UGA 7, el Criterio Ecológico MAE 5 señala «Se prohíbe la extracción de arena de playas, dunas y lagunas costeras» y claramente se ve que modificaron la duna para la extracción de arena. Por su parte, el MAE 8 señala que «La construcción de edificaciones podrá llevarse a cabo después del cordón de dunas, a una distancia no menor de 40 metros de la Zona Federal Marítimo Terrestre (Zofemat) y en altura máxima de seis metros». Estas edificaciones verificadas se ubican dentro de los 40 metros posteriores a la Zofemat.
El MAE 9 dicta: «No deberán realizarse nuevos caminos sobre dunas», pero los constructores no solo hicieron nuevos caminos, sino que construyeron sobre la duna. En la UGA M1 el criterio ecológico EI 1 señala: «Se prohíbe la instalación de cualquier tipo de infraestructura”. Y en el lugar ya pusieron los supuestos arrecifes artificiales y los espigones para montar lo que serán los palafitos-suites dentro del mar.
Otra de las violaciones a la ley que señalan los ambientalistas es lo que marca el FF 25: «Se prohíbe la alteración y remoción de pastos del fondo marino», pero al poner diferentes estructuras (arrecifes artificiales y espigones) dentro del mar, los promoventes de la obra modificaron el fondo marino.
El FF 35 dice: «Se prohíbe la construcción de cualquier tipo de estructura promotora de playa». Una vez más, aseguran, al poner los arrecifes artificiales para promover su playa artificial, están incumpliendo con lo que dicta este criterio.
Por último, la MAE 3 dicta: «No se permite modificar el contorno costero, eliminar manglar y plastos marinos, alterar la calidad de agua, ni hacer relleno del litoral rocoso a excepción de andadores de acceso a la costa y asoleaderos con piso de arena». Y en este caso, enfatizan los denunciantes, modificaron el litoral costero.
Esperan que tras la visita de los inspectores federales finalmente se tomen cartas en el asunto y pueda detenerse esta construcción que pone en riesgo el santuario de la tortuga marina, más ahora, cuando ya se han registrado los primeros desoves.
Edición: Enrique Álvarez