Chetumal.- Aunque ya está recuperado, el general de brigada José Luis Vázquez Araiza, comandante de la 34 Zona Militar, señala que no puede brindar detalles del operativo en el que se incautó a una avioneta y en el que un soldado falleció, ya que como él fue víctima, lo que diga podría influir en el debido proceso.
Un convoy militar acudió a interceptar a una aeronave que aterrizaba de forma ilegal en la zona rural de Bacalar, el pasado 27 de enero. En el enfrentamiento, un soldado falleció y otros tres resultaron heridos, incluido al general, que recibó un disparo en el pie.
Hoy, entrevistado en el marco de los festejos por el Día de la Bandera, el general señaló que ya se encontraba mejor.
«Ya puedo caminar, afortunadamente», comentó, revelando que también aumentó su seguridad personal. Negó haber recibido amenazas, o sentir miedo, pues según explicó «soy un soldado».
Sin embargo, del operativo dijo que no podía comentar nada, para no influir en el debido proceso. Únicamente señaló que se trató de una operación planeada, en la que «intervino mucha gente».
Añadió que parte de las funciones de la Secretaría de Defensa Nacional es salvaguardar el espacio aéreo nacional, cosa que realiza con un área específica.
Toda avión que llegue legalmente al país debe seguir por determinadas aerovías, y si una se aleja de las mismas, o apaga su rastreador («transponder»), entonces se vuelve ilegal y debe ser interceptada.
Aceptó que como incluso se señala a manera de slogan, Quintana Roo es la «puerta de entrada del Caribe», lo que conlleva situaciones como el arribo de aeronaves clandestinas.
Cuestionado sobre las últimas ejecuciones, contestó que esos crímenes son competencia de Seguridad Pública, y que ellos coadyuvan en el despliegue de tropas para vigilancia.
También se negó a opinar sobre la posible complicidad de campesinos, aclarando que para él todos son mexicanos y con presunción de inocente, además que ellos no son instancia investigadora.