Playa del Carmen.- Desde diciembre iniciarán los estudios y trabajos sobre el proyecto de Tren Maya en las vías ya existentes, donde ya se cuentan con los permisos ambientales y recursos para su mejora; en tanto que desde Calakmul hasta Cancún, donde no hay tal infraestructura, se tendrá que licitar la creación de un proyecto ejecutivo, para que en el 2020 inicie su construcción.
Así lo detallo Rogelio Jiménez Pons, futuro director de Fonatur, en la presentación de este proyecto, en un abarrotado Teatro de la Ciudad, ante cuatro presidentes municipales, diputados, diversas autoridades, empresarios y ciudadanía.
Ante un auditorio lleno (mucha gente quedó puertas afuera) el encargado de este ambicioso proyecto detalló que en el tramo conocido como “del Caribe”, desde Escárcega hasta Cancún, se tomará todo 2019 para realizar los estudios y obtener los permisos.
Aclaró que se busca un crecimiento sustentable y equilibrado, en el que no se destruya sin construir, pero tampoco se caiga en un conservacionismo sin desarrollo, pues no se quieren “jaguares gordos y niños famélicos”.
En el tema del tren, usará mayormente la carretera o los derechos de vía de las líneas eléctricas, ya impactada, además de que se plantarán 100 mil árboles autóctonos.
El tren será de clase 5, de carga y pasajeros, con velocidad de hasta 160 kilómetros por hora. Desde Tulum hasta Cancún, las líneas eléctricas sobre las que transitará serán subterráneas.
No se toca a Sian Ka’an, aclaró.
Indicó que el 80% de los trenes del mundo son subsidiados; sin embargo, el Tren Maya será rentable a través del servicio de carga.
Tan solo en combustible, se gastan 12 mil millones de pesos en gasto de flete, a lo que se suma los centenares de camiones que traen productos a la península desde el centro de la República.
“El Tren Maya es rentable; el sector carga lo aprovechará”, recalcó.
Las estaciones del Tren Maya servirán como instrumentos para reordenar las ciudades, al ser motores de desarrollo. Indicó que en muchos destinos turísticos se enfrentan serios desafíos por desorden urbano, especulación o desigualdad social.
Habló de Tulum, que tiene hoteles de altísimo valor, pero sin drenaje o agua potable, situación que no es muy sustentable.
En Playa del Carmen desde hace décadas se “patea a la gallina de los huevos de oro” al retrasarse la atención gubernamental en comparación a su desarrollo.
También mencionó que, en Cancún, muchos trabajadores tardan tres horas en llegar de su trabajo, para encontrar un panorama complejo, con inseguridad e insatisfacción, lo que se refleja en altos índices de suicidio o divorcio. Afirmó que se debe poner un freno a la exclusión social, lo que sacó aplausos.
El tren también requiere opciones científicas, para ello habrá carreras en las universidades, como técnico ferroviario, pues se necesitará personal capacitado.
Se indicó que el proyecto tiene cuatro ejes, como cuatro “patas” que deben mantenerse en equilibrio: el económico, ambiental, social y el cultural.
Felicitó a la presidenta de Solidaridad, Laura Beristain Navarrete por haber mencionado la inclusión social en su mensaje inicial, al ser éste uno de los puntos angulares de este proyecto.
A continuación, habló Eduardo Ortiz Jasso, titular de la Agencia de Proyectos Estratégicos del Gobierno del Estado, quien destacó detalles del proyecto, como la creación de pasos de fauna, en Calakmul y en Quintana Roo y la necesidad de una coordinación entre los tres niveles de gobierno, además de la suma de la iniciativa privada, sociedad organizada y ciudadanía.
“Es un proyecto prioritario y estratégico para el Gobierno del Estado, está en el Plan Estatal de Desarrollo”, comentó.
Estuvieron presentes los presidentes municpales de Solidaridad, Laura Beristain Navarrete; de Puerto Morelos, Laura Fernández Piña; Benito Juárez, Mara Lezama Espinosa; y Felipe Carrillo Puerto; además del diputado federal, Luis Alegre Salazar, y la diputada local, Sonia López Cardiel, entre otros.