noticias
Rafael Alejandro Rivero Aburto ha hecho una trayectoria política con un pie metido en los fraudes. Licenciado en Derecho, ha sabido sacar raja de su profesión y con una labia que engaña y envuelve a sus víctimas ha sido acusado de fraude en repetidas ocasiones, de triangular dinero con empresas fantasma y de estafar a decenas de quintanarroenses.
Desde joven supo que la política era un camino para hacerse pronto de dinero. Siendo muy joven se afilió al PRI y soñaba con ser diputado y entonces sí, despacharse con la “cuchara grande”. Pero el destino tenía preparadas distintas cosas para él.
Actualmente milita en el partido Movimiento Ciudadano y es integrante de la planilla del aspirante a la alcaldía capitalina, Fernando “el Chino” Zelaya.
Rafael Alejandro Rivero Aburto es acusado de no poder comprobar el gasto de 313 mil 815 pesos, simplemente los desapareció. La demanda presentada por el licenciado Raymundo Tamay Chuc (de la cual Pedro Canché Noticias tiene una copia) es por la omisión de gastos a comprobar, en el incumplimiento del artículo 47 de la Ley de responsabilidades de los servidores públicos y tiene el número de oficio TM/DE/165/2013.
Y es que Rivero Aburto, siendo Director de Relaciones Públicas del municipio de Othón P. Blanco en 2013, simplemente desapareció esa cantidad de dinero y no hay forma de saber dónde está o que se hizo con él. El licenciado Raymundo Tamay Chuc explica que de acuerdo a las constancias de la Secretaría de la Contraloría, en el expediente número CM/DAQyR/DN-PA/005/2013, Rafael Alejandro Rivero se encuentra actualmente impedido para desempeñar un empleo, cargo o comisión en el servicio público.
Una vida en el cochambre
A los 23 años de edad se ganó una beca GOJoven, fue secretario general de la Asamblea de Jóvenes de Quintana Roo y presidente de la sección local de un grupo nacional de jóvenes que se llamó La Generación Revolucionaria, por supuesto, afiliada al PRI.
El trabajo de Rivero Aburto consistía en movilizar a los jóvenes políticamente, formar cuadros políticos y porriles.
Su habilidad para hablar y encantar a las personas le ha sido útil a lo largo de su vida en la política. Cercano Antonio López Pinzón, titular de la Comisión para la Juventud y el Deporte de Quintana Roo (Cojudeq), Rivero Aburto ha buscado la manera de hacer muchos negocios.
Antonio López Pinzón, ha sido denunciado en varias ocasiones por la mala administración que lleva y el desinterés que muestra hacia los atletas quintanarroenses. Hace un par de años cuando tomó posesión del cargo, sus palabras fueron: “llevare a cabo una administración de puertas abiertas y con transparencia para contribuir con el desarrollo del deporte en nuestro estado y poder brindar los apoyos necesarios para lograr una atención integral a los jóvenes quintanarroenses”. No ha cumplido.
La auditoría realizada en los meses de junio de 2016 a marzo de 2017 de la Cojudeq, se detectaron varios incumplimientos en materia de adjudicación, contratación, justificación y comprobación de recursos públicos. Es decir, durante la administración pasada de Raúl Aguilar Laguardia, funcionario borgista y la actual, encabezada por López Pinzón, hay una serie de irregularidades que de los más de 160 millones de pesos supervisados, 102 millones no tienen posibilidad de ser solventados, ya sea por nula justificación y comprobación del gasto, o porque no existen los contratos que los sustenten.
Un ejemplo, la empresa Consorcio Mercantil U’ Kuchil Ko’ Onol, provee a la Cojudeq de servicios y equipo deportivo. Dicha empresa recibe el contrato de compra y a su vez ella contrata a proveedores locales y/o fuera del estado que venden a la Cojudeq los servicios o equipo al doble o triple de su precio.
Consorcio Mercantil U’ Kuchil Ko’ Onol es una empresa chetumaleña pero fantasma, pues su domicilio fiscal no existe tal empresa y en su portal de internet no ofrece mayores datos. Quien sí aparece como representante legal a Rafael Alejandro Rivero Aburto.
Consorcio Mercantil U’ Kuchil Ko’ Onol presume en su portal de internet de tener “Sociedades Mexicanas con Inversión Extranjera”, resultando la República de Honduras como el país de origen de la empresa chetumaleña.
Gaspar López Ruiz, director del departamento de Planeación y Evaluación de la Cojudeq y Jesús Chay Canul, secretario del organismo son involucrados al pertenecer a esta red de triangulación de recursos públicos. En donde parte esencial es Rivero Aburto.
Una raya más al tigre
No es la primera vez que Rafael Rivero Aburto es demandado penalmente por fraude.
La empresaria chetumaleña Alejandra Morales Medrano, dueña de la empresa “Hermor”, fue estafada por Rivero Aburto, quien le ofreció invertir dinero en proyectos “a fondo perdido” que tenían el aval del secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray Caso, en ese entonces, secretario de Hacienda.
Alejandra fue encantada por las palabras de Rafael, así que invirtió su dinero y todos sus ahorros. Una vez que Rivero Aburto recibió más de un millón de pesos, de lo cual consta en recibos, mails, mensajes y llamadas, entre Alejandra y Rafael, desapareció. Alejandra Morales buscó vía una averiguación en la Secretaría de Hacienda tratando de localizar su trámite y dinero. En la Secretaría le informaron que dicho trámite nunca existió.
Fernando El Chino Zelaya, busca la alcaldía de Othón P. Blanco. Dice que quiere un Chetumal distinto, lejos de la corrupción y la impunidad. Si en verdad sus palabras son ciertas, su amigo del alma y aspirante a regidor Rafael Alejandro Rivero Aburto, no puede siquiera estar en su planilla.
La Ley de Responsabilidades de Servidores Públicos se lo impide.
