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Rosario Robles no es la única secretaria que utilizó empresas fantasmas para triangular recursos y desviarlos a quien sabe dónde. La Auditoría Superior de la Federación (ASF) descubrió un complejo entramado que llevó al presunto desvío de alrededor de 3 mil 500 millones de pesos del erario durante la administración de José Calzada Rovirosa al frente de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).
Los periodistas Carlos Loret de Mola y Mario Gutiérrez Vega revelaron que la ASF indagó sobre presuntos apoyos de la Sagarpa entregados a pescadores de hasta por 9 millones de pesos. Y fue así como encontraron un entramado que se realizaba mediante tres métodos para malversar recursos presupuestales:
Primero: “clonar campesinos”. Se formaban padrones con nombres y direcciones de los supuestos beneficiarios de un programa de apoyo, aunque una misma huella digital se repetía cientos de veces en dichos padrones y recibos. Así, el apoyo fue repartido entre unos cuantos campesinos y el resto serían huellas clonadas para justificar la partida presupuestal.
Segundo: Este se realizaba cuando personal de Sagarpa llegaba a los pueblos y establecía dos mesas. Enseguida, en una de las mesas, el campesino firmaba que había recibido un apoyo monetario, por ejemplo mil 500 pesos, por lo que entregaba su credencial de elector, la cual era capturada mediante un método similar al utilizado por los aspirantes a una candidatura independiente para juntar firmas. Una vez hecho ese proceso, el trabajador pasaba a otra mesa, donde le ofrecían escoger entre 800 pesos en efectivo o 900 en especie, por lo que el resto del dinero se esfumaba inmediatamente, toda vez que el beneficiario ya había firmado de recibido.
Tercero: La triangulación de recursos a través de empresas fantasmas. El método “Rosario Robles”, que consiste en entregar contratos multimillonarios a instituciones universitarias o del Estado para evadir las licitaciones y que el dinero quedara en empresas privadas fachada. Aquí la Sagarpa, escogió a tres universidades de Zacatecas. Dichos métodos indican montos multimillonarios pudieron manejarse de forma discrecional.
La Auditoría Superior de la Federación investiga a Ricardo Aguilar Castillo, quien era subsecretario de Sagarpa y que aparece como operador, así como al entonces secretario José Calzada. Los dos, renunciaron a sus cargos en el sexenio de Enrique Peña Nieto para ir por una curul por el PRI y así ganarse un fuero.
