La ambición de Gregorio Sánchez Martínez, el virtual fracaso de la fórmula Morena-PT-PES en Quintana Roo

enero 15, 2018
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Ocho por Radio
Por Carlos Calzado C.

Escuche mientras lee: “Soledades”, maravillosa cita del omnipresente poema de Félix Lope de Vega y Carpio “A mis soledades voy”, arreglos y musicalización de Juan Carlos Calderón en la inmejorable interpretación de Mocedades: “Entiendo lo que me basta, y solamente no entiendo cómo se sufre a sí mismo un ignorante soberbio…”

Aunque no se ha hecho el anuncio oficial –hasta hoy-, la dirigencia estatal del Partido del Trabajo (PT), habrá de iniciar un Juicio para la Protección de los Derechos Político-electorales del Ciudadano, toda vez que los acuerdos que, de manera obligatoria tendrían que haber observado en el acuerdo de coalición no incluyen las posiciones que la dirigencia estatal habría puesto en la mesa de negociación y que fueron ignorados por una eventual y oscura negociación con Francisco Rosas Villavicencio quien acudió al registro de la coalición “Juntos Haremos Historia” en representación del PT.
Más allá del no reconocimiento de la coalición, en un primer momento, la dirigencia formal del PT ha anunciado que el partido “iría solo en la elección” con los candidatos previstos por esta dirigencia, no obstante, existe aún la posibilidad de ir a un juicio para la defensa de los derechos político-electorales, toda vez que, a decir del propio Hernán Villatoro y el celebérrimo (Chacho) García Zalvidea, el “funcionario” petista no representa a la dirigencia nacional del PT.
Este solo hecho allana el camino para desarticular la coalición financiada por Gregorio Sánchez Martínez y comprada por el muy cuestionado delegado estatal con funciones de dirigente de Morena, José Luis Pech Várguez.
Por otro lado, el fortalecimiento de la tesis para solicitar la protección de los derechos político-electorales se basa en que, aunque lo niegue Rosas Villavicencio, el planteamiento de intención de coalición debe ser presentada por las dirigencias estatales, luego, avalada por las dirigencias nacionales y entonces se registra; es mentira que los partidos tengan la facultad de decidir sin la aprobación, acuerdo o por lo menos sometimiento de las dirigencias estatales. Si el sedicente representante de la dirigencia nacional les vendió ese argumento a las huestes de “Greg”, pues flaco favor es el que les ha hecho.

LOS EXCESOS DE ‘GREG’ TAMBIÉN LES CONDENAN
Gregorio Sánchez Martínez, un mercenario de la política acostumbrado a comprar o rentar partidos políticos (el propio PT sabe de ello) para lograr sus objetivos, es además un sujetoide que ha actuado y actúa en la ilegalidad; apenas quede registrada su candidatura, habrá sendas denuncias por sus muy sonados y hasta escandalosos actos anticipados de pre y campaña.
Hace ya por lo menos un año que el afamado “pastor bailarín” inició con la promoción de su candidatura. Es decir, por más vueltas que se le busque, la publicidad en medios impresos, en unidades del transporte público de pasajeros, los espectaculares, el programa de televisión y todas las actividades realizadas previo al inicio de las precampañas y, desde luego, de la campaña proselitista, tuvo el objetivo de darle ventaja a Sánchez Martínez como posterior candidato.
El artículo 41 fracción IV de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos abre la puerta para juzgar las actividades emprendidas por el responsable de que la radio municipal en Benito Juárez operara en la ilegalidad durante su administración, (Cancún Radio antes Radio Cultural Ayuntamiento).
Entre otros artículos, de manera secundaria, la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales determina en su artículo 211 la prohibición de actos proselitistas (de precampaña y campaña) antes de las fechas consideradas para ello.


De cualquier forma, a Gregorio Sánchez Martínez no sólo se le debe juzgar por los presuntos actos de pre y campaña, sino que, además, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación debe exigirle cuentas, es decir, que aclare el origen de los muchos millones de pesos invertidos en sus presuntos actos anticipados de pre y campaña.
Debo insistir, por más vueltas, disfraces y el uso extremo de los eufemismos, el objetivo es evidente, más aún tratándose de un tipo tan egomaniaco y patéticamente soberbio en su inmensa ignorancia.
El pecado no proviene de las dirigencias nacionales del PT y de Morena, es evidente que esta “sorpresita” la confabularon en Quintana Roo. Sabemos de sobra de la afición de José Luis Pech por el dinero y los arreglos oscuros, pero con lo que no contaron es con que la dirigencia estatal del PT tendría sus propias fórmulas y que este partido sí trabajó la promoción de sus siglas y de sus candidatos aún antes que considerar que, de facto (por acuerdo nacional), formaban parte de una coalición con Morena.

PECH VÁRGUEZ TAMBIÉN CONDENA A LA EVENTUAL COALICIÓN
Por su parte, el delegado estatal con funciones de dirigente de Morena, José Luis Pech Várguez, está implicado en la denuncia por actos anticipados de campaña iniciada en contra de su pupilo, Omar Sánchez Cutis y Laura Corrales.


En la denuncia se advierte que Pech Várguez no sólo respaldó la presunta comisión de un delito electoral, sino que, además, financió las campañas proselitistas disfrazadas de “afiliación masiva”; si Pech Várguez se atreviera a negar que fue la “dirigencia” estatal de Morena la que financió esos actos, entonces tendría que instrumentar una denuncia penal, en contra de su pupilo, por el uso indebido de recursos privados para la financiación.
De cualquier forma, el Tribunal Electoral de Quintana Roo, se supone que estaría por resolver la denuncia antes descrita y José Luis Pech Várguez tendrá la obligación de dar muchas explicaciones sobre estos temas.

Buonanotte.

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