Por: Mary Hernández
Con la detención de Mauricio Rodriguez Marrufo y lo que pueda declarar para intentar salvar su pellejo, se cree que se da un paso más para la tan esperada orden de aprehensión de Roberto Borge.
Al termino del gobierno anterior, los «Borgistas» se pusieron las pilas para buscar donde refugiarse y no era de sorprenderse que el 80% de ellos fueran aceptados en Benito Juarez con la palomeada de Remberto Estrada, digno representante de lo que quedo de «Betito».
Marrufo quien en 2005 enfrentó una denuncia por golpear a su novia mientras su padre Bello Melchor era Procurador, ha dado ejemplo de lo que un «Junior» con poder puede ser capaz.
Firmar las ventas de predios a precio de remate mientras fungía como titular de la Secretaría de Desarrollo y Vivienda (SEDUVI) es el principal cargo que se le imputa y por el cual está ya a disposición de la Fiscalía General del Estado.
Se convierte así en el primer funcionario «Borgista» en ser aprendido por los actos de corruptela que en complicidad, funcionarios de todos los niveles cometieron por quedar bien con su amo. Su justificación es que «no había opción, era una orden». Cumplir con ellas les va costando su libertad.
Remberto impuso en su Cancún de 10 a éste funcionario para cobijarlo, protegerlo y mantenerlo mientras «se le comprobaba lo contrario». Una contradicción en su mensaje de intentar sanar a Benito Juárez del desastre debido al paso del Huracán Paúl Carrillo.