Por Pedro Canché
Aunque le cayó como balde de agua fría, Marybel Villegas aceptó como buena priista disciplinada (hoy morenista) que Mara Lezama vaya por la reelección.
La promesa que le dieron en la cúpula de Morena es que ella será la candidata a gobernadora por ese partido en 2022.
Sin embargo su consorte Jorge Parra no acepta aún que los manden en la banca y sigue insistiendo con Ricardo Monreal, el padrino de este matrimonio.
Si aceptan irse a la banca Mara Lezama les comerá el mandado en 2022, por lo que en la grilla actual moverse es la palabra.
Pero anda Marybel y Mara muy metidas en la campaña, la primera repartiendo despensas en las zonas populares y la segunda haciendo amarres con el niño verde Jorge Emilio González a cuya empresa que acordaron inyectará un tipupuchal de dinero so pretexto la basura pero pues ya sabe usted para qué.
Mientras que por el bando rival no pintan ni dan color. El PAN ya acordó con la votación de 33 contra 10 que irán en alianza con otros partidos incluyendo al PRI pero aún no se definen por su gallo.
En tanto quienes también mueven sus fichas son Chucho Pool, aunque sus tocayos los chuchos por unos “acuerdos” que les beneficie lo podrán traicionar como acostumbran en sus negociaciones.
¿Y Nivardo? Sigue en su sigilosa campaña a través de su fundación que lleva su nombre.