Nicolás Bravo, QRoo.-En medio de la casa de Guano, a media cuadra del parque, quedó tendido un hombre que murió de un escopetazo en la oreja cuando su hijo de 38 años limpiaba su arma.
La noche del sábado, faltando 20 minutos para las 10 de la noche, el accidental parricida Ángel Gabriel C.C., limpiaba su arma de cacería y en un descuido se le fue un tiro matando al instante a su padre.
El policia Delfino González detuvo al hombre y lo entregó a agentes de la policía ministerial.
También se quería morir. Amaba mucho a su padre, decía uno de los vecinos.