Durante una entrevista concedida a Aristegui en Vivo en noviembre de 2017, la ambientalista mexicana denunció que desde finales de 2015 se había otorgado el permiso para siembra de soya transgénica, sin el consentimiento de comunidades campesinas en Campeche.
Leydy Pech, apicultora indígena maya, lideró por varios años una coalición para detener la siembra de soya genéticamente modificada por Monsanto en el sur de México, y el pasado fin de semana fue seleccionada por la Fundación Ambiental Goldman como una de las seis personas galardonadas con el Premio Ambiental Goldman de 2020, la presea más importante destinado a activistas ambientales.
Durante una entrevista concedida a Aristegui en Vivo en noviembre de 2017, la ambientalista mexicana denunció que desde finales de 2015 se había otorgado el permiso para siembra de soya transgénica, sin el consentimiento de comunidades campesinas en Campeche.
“Ha sido un atropello a nuestros derechos, ha sido una burla”, denunció Pech, debido a que sólo se había consultado a seis de las 34 comunidades, y, aún así, se había procedido a sembrar la soya transgénica.
“En estos momentos estoy denunciando todas esas esta siembra ilegal que se hizo en este 2016, y todo el atropello y la violación a nuestros derechos que tenemos las comunidades mayas”, declaró durante la entrevista.
La ambientalista denunció que, además de los riesgos para el medio ambiente, la siembra de transgénicos violentaba sus formas tradicionales de vida y de organización comunitaria.
“No se toma en cuenta nuestra manera de organizarnos, no se toma en cuenta nuestro derecho a vivir en un ambiente sano, no se toma en cuenta nuestro derecho a decidir sobre nuestro territorio”, manifestó la lideresa maya.
Debido al empeño de Pech y su coalición, la Suprema Corte de Justicia de la Nación dictaminó que el gobierno violó los derechos constitucionales de los mayas y suspendió la siembra de soya genéticamente modificada.