El empresario Carlos Mimenza, de Quintana Roo, es uno de esos personajes maniáticos con los que hay que tener cuidado porque tarde o temprano van a lastimar a alguien.
De mínimo nivel intelectual y mucho histrionismo, no tiene una ideología clara, sólo posturas y actitudes con ecos fascistas y paramilitares -lleva tres años diciendo que va a formar autodefensas- a pesar de lo cual no tiene reparos en montarse sobre cualquier causa que le sirva para llamar la atención.
Hasta sobre el feminismo: aprovechando el repudio que generó la represión a balazos de las protestas contra los feminicidios en Cancún, ¡ahora este ejemplar de macho cavernario las convoca por cuenta propia!
Asegura además que defiende la libertad de expresión… para después atacar a reporteros.
Las agrupaciones locales de mujeres y de periodistas se han deslindado de él.