Por Pedro Canché
En Chetumal una eventual manifestación con los infiltrados de los más sucios de la sociedad, como convoca un loquito, pondría en peligro el Arte de Elio Carmichael en las enormes paredes del vestíbulo del Congreso del Estado, patrimonio nuestro.
Son los chetumaleños los que tienen que estar en primera fila para defender ese Arte que plasma nuestra memoria viva. Los diputados son los responsables de velar por ese nuestro patrimonio.
No dejemos que el demente de Carlos Mimenza se infiltre en la la lucha feminista para sacar raja política y lucrar con sus intereses.
Y mucho menos dejemos que entre a destruir nuestro patrimonio con sus locuras y delirios del litio.