POR: MARÍA JOSÉ CASTILLO
Novedades Quintana Roo
Cancún.-El pasado miercoles fue asesinado un policia en el centro de Cancún, el oficial municipal Carmen Guerra Pinto, quien perdió la vida al instante tras recibir un disparo cuando estaba dentro de su patrulla, en la Supermanzana 68 de Cancún, entre la avenida López Portillo casi equina con Bonampak. Hoy, menos de una semana de dicho incidente, su esposa Liliana del Carmen Utrilla Guillén murió consumida por la tristeza y enfermedades crónicas y fue sepultada junto al cuerpo de su marido,
Graciela Jiménez Guillén, hermana de Liliana mencionó (desde el cementerio de Puerto Morelos) :
«Las enfermedades se le fueron complicando, a parte de la tristeza que ella tenía por haber perdido a su esposo de esa manera. Ella sentía un gran peso encima por haberse quedado sola con sus hijos y eso poco a poco la llevó a fallecer, después del entierro de su esposo ella empezó a ponerse muy mal, se dejó caer. A partir de ese momento dejó de comer, no quería abrir los ojos, empezó con más complicaciones se debilitó más, al punto de tener un paro cardiaco”.
Utrilla Guillén padecía diabetes, hipertiroidismo y fue hospitalizada por insuficiencia respiratoria aguda luego de días de no comer y de no abrir los ojos. La familia insistió en que el cuerpo no fuera cremado para que pudiera ser sepultado junto a su esposo.
‘Es un dolor muy grande, es muy difícil de asimilar, deja a sus dos hijos (menores de edad) solos y nosotros no tenemos dinero”, lamentó su hermana
(Con información de Karim Moisés)