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Playa del Carmen.- En distintos puntos de la ciudad, dos hombres de la tercera edad fallecieron mientras se mantenían en aislamiento social, por estar contagiados de COVID-19, sin que sus familiares alcanzaran a reaccionar a tiempo para llevarlos a un hospital.
Una víctima, Isaías M. R., de 67 años de edad, se sentía mal desde hace 12 años. Su hijo lo había llevado a con un doctor, en un consultorio de farmacia, y éste le indicó que se aislara y reposara. Así había permanecido hasta hoy, en su casa de la calle Gaviota, en el primer parque de Villas del Sol, pero al acudir a visitarlo su hijo, se percató que su padre ya había fallecido.
Un médico amigo de la familia certificó el deceso como neumonía atípica, con sospecha de COVID. Sus restos fueron retirados para ser cremados.
Otro caso similar ocurrió en el fraccionamiento irregular InHouse, en donde un hombre de 63 años de edad falleció al interior de un toldo con láminas, que es donde habitaba.
Un vecino de la zona se dio cuenta que al interior de este toldo estaba este cuerpo tirado, ya sin vida, por lo que salió corriendo hasta la avenida Constituyentes, a esperar que pasara alguna patrulla, situación que no tardó en ocurrir. Los policías municipales fueron guiados por un camino de terracería al lugar donde estaba el cuerpo.
Por no tener familiares, se ignora la identidad del sujeto, quien parece haberse contagiado de COVID-19 y haber muerto a solas.
El señor Isaías debería de ser investigado y usted como reportero informar inmediatamente a los sistemas de salud y al gobernador de Q. Roo de que ese señor hacía “doce años “ que estaba enfermo. Hay que averiguar si ese fue el primer caso en el mundo de CoVi-19