Cancún.- Ningún hospital del estado está en riesgo de quedar saturado de pacientes de COVID-19, pues actualmente se utilizan 178 camas, de las 874 disponibles, o un 19% de la capacidad total, reveló Alejandra Aguirre Crespo, secretaria estatal de Salud, quien negó que existan carencias de insumos o equipo, como ha reclamado personal hospitalario en diversas manifestaciones.
En su primera aparición pública y primera rueda de prensa desde que surgió la actual pandemia (su último contacto con la prensa fue en marzo, en una comparecencia ante el Congreso, en la que se negó a responder preguntas), la servidora pública brindó algunas cifras y enfatizó que que la disminución de los contagios depende en gran parte de la cooperación de la ciudadanía.
Auxiliada de un teléfono por el que podía verificar las cifras, la secretaria confirmó que el hospital general “Jesús Kumate” se cuentan con 59 pacientes con COVID-19 hospitalizados, teniendo el lugar 290 camas en total. Aclaró que a nadie se le negaría la hospitalización por falta de lugar, pero no todo quien llegue con la infección debe ser hospitalizado, pues existe un protocolo para valorar cada caso y lo óptimo es que todos, salvo los más graves, estén en aislamiento en su casa.
Sobre las cinco carpas compradas, de las que solo se ha habilitado una, Aguirre Crespo señaló que la habilitación de espacios es gradual y según las necesidades, negando que no se instalen por falta de personal médico.
Es posible que no se utilicen estas carpas, pero era importante contar con un plan de reconversión, para estar listos ante cualquier eventualidad.
En cuanto a las inconformidades, e incluso manifestaciones, por parte del personal del “Jesús Kumate”, la secretaria dijo que no hay notificación oficial sobre alguna carencia de equipo o medicamento, pues incluso solo se usan 35 de los 215 ventiladores adquiridos.
Aclaró, no obstante, que existe una producción limitada de mascarillas especiales N95, situación que es mundial, y la que fue paliada con la entrega de 168 respiradores con filtros recambiables, que brindan una seguridad equiparable.
Otro punto que mencionó es que hay áreas definidas en donde se deben usar las marscarillas N95 y otras en donde bastan las quirúrgicas, (no todos deben usar el equipamiento máximo todo el tiempo) tema en el que el personal está capacitado.
La funcionaria confirmó que ya se cuentan con dos laboratorios, privados, en Cancún, que también efectúan pruebas de COVID-19, con el aval del gobierno federal, al igual que el público, en Chetumal. Actualmente se realizan entre 80 y 100 muestras por día, cantidad que pronto aumentará, pues se está en el proceso de adquirir más equipo para agilizar la toma de muestras.
RESPUESTAS PARCIALES
En otros temas, la secretaria de Salud fue menos específica, al aclarar que muchos anuncios les corresponde al gobernador realizarlos.
Así fue cuando se le preguntó sobre una posible certificación fuera del ámbito turístico, para que ciudadanos en general puedan sentir seguridad al acudir al establecimiento, contestando la funcionaria de que será el gobernador quien informe sobre las fechas de la reactivación de giros comerciales y las circunstancias en las que se dará.
En cuanto al nivel en el que se ubicaría la entidad en el semáforo que alista la Secretaría de Salud federal, reiteró que el gobernador también será quien lo presente.
En cuanto a la certificación turística, destacó que ya hay más de 3 mil 500 empresas inscritas, dispuestas a colaborar en la implantación de estos protocolos de seguridad.
En cuanto al riesgo de un nuevo repunte, con la reapertura económica, y si esperaban una nueva oleada de contagios, Aguirre Crespo fue igualmente esquiva, señalando que hay una corresponsabilidad entre gobierno y ciudadanía para evitar infectarse.
“Evidentemente, salir a hacer actividades a la calle aumenta la incidencia de contagio.
– Pero la pregunta específica es: ¿esperan un repunte?
– Esperamos que la ciudadanía colabore- contestó.