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(LaOpinionqr)
En la segunda parte de la entrevista con La Opinión, el gobernador Carlos Joaquín dijo que esa sería la única manera de seguir avanzando.
“Si queremos sólo mantenernos, sí alcanza; si queremos generar obra pública, promoción turística, sí necesitaríamos un crédito”, explicó.
También dijo que se armó un grupo especifico de trabajo a nivel Federal para decidir el regreso de la actividad turística.
“Estaremos como sector tomando esas decisiones de manera independiente a lo que diga el plan e ir abriendo gradualmente”, comentó.
Y dijo que el sector turístico podría abrir incluso antes de lo que marque el Semáforo de Alerta nacional.
Pero advirtió que por un par de años, o hasta que haya cura a la pandemia, no volveremos a ver el turismo masivo en el estado.
Espera un 30% o 40% de ocupación este año, y 60% el año que viene, como mejor escenario.
Segunda parte de la entrevista con el gobernador Carlos Joaquín:
En la narrativa de la Federación en cómo salir de la crisis, el turismo aparece muy poco ¿Así lo siente?
Fíjate que en la reunión anterior que tuvimos, lo empecé yo, pero afortunadamente se sumaron todos los gobernadores que tenemos un sector turístico importante, los que manifestamos: oye no podemos hasta esas fechas para poder empezar a abrir algunas cuestiones turísticas.
Además, las empresas que mayor adelanto tienen, más ventaja tienen, más recurso tienen, más necesidades, y quienes más atención han puesto a esa responsabilidad, son las turísticas.
Casi todos los hoteles de Quintana Roo tienen un protocolo y están trabajando sobre sus medidas sanitarias, cosa que no pasa en la minería ni en ningún otro lado. Aquí realmente hay un avance muy importante en los aeropuertos y en hotelería, porque los empresarios tienen esos recursos para hacerlo y son quienes más han avanzado.
Entonces ahí se dieron cuenta que así era, se decidió que se armara un grupo para el sector turístico y que se tomaran las decisiones de manera independiente.
Ese grupo lo encabeza Sectur, pero está la Secretaría Federal del Trabajo, que la veo muy activa en ese tema, y los estados turísticos. Nosotros hemos ayudado con enviar nuestros modelos de protocolos sanitarios.
El martes tendremos reunión con Senet, y estaremos como sector tomando esas decisiones de manera independiente a lo que diga el plan e ir abriendo gradualmente.
Nosotros tenemos la presión de las aerolíneas. Por ejemplo Estados Unidos va a abrir en unos días más sus fronteras; Europa abre el 1 de junio de manera interna y el 15 de junio de manera internacional. Entonces eso empieza a ser una presión importante y una necesidad muy grande nuestra en el sector turístico.
Ese color de semáforo rojo es el que estamos ¿es el real? ¿o en turismo hay una situación diferente?
Sí, sin duda estamos en rojo. El riesgo de contagio tiene que estar debajo de 1 para poder abrir, y allí irán marcando los colores. Quintana Roo llegó a estar debajo de uno hace dos semanas, luego tuvimos un repunte y ahora acabo de checar y estamos en otro repunte, estamos en 1.2, 1.3, y eso es porque se relajan las medidas, la gente sale y empieza de nuevo el contagio.
A mí lo que me gusta del plan es que está basado en métodos científico, no es así nomás de a ver cómo amanecimos hoy. Es método científico.
En teoría, turismo abriría en fase amarilla, pero es muy probable que por la situación particular del estado podamos salir un poco antes, si se cumplen al pie de la letra las medidas.
Y estoy convencido que las claves de esto van a ser la pruebas rápidas. Ya hay unas que tienen una eficiencia de 90%, y aunque fuesen las otras, con eficiencia de entre 60 y 80%, también servirían, porque nos permite tomar un dato adicional además de la temperatura.
Hemos estado empujando y presionando para que Cofepris apruebe este tipo de pruebas que va a manejar el esquema de decisión para evitar que gente con contagio infecte a alguien más.
En crisis anteriores, Wilma, AH1N1, parecía que el motor económico del estado estaba encendido. Ese motor hoy parece en duda, porque necesitamos turismo masivo como destino. O sea, el entramado productivo, económico, social del estado necesita 80% de ocupación hotelera, y no el 30%. ¿Es así el tamaño del desafío, o es muy pesimista esa visión?
Es así, tienes razón. Hoy hay que hacer un cambio en la planeación porque yo no se para cuándo vamos a poder regresar a esquemas de tipo masivo hasta que se tengan vacunas, tratamientos, que la gente alcance mayor inmunidad. Eso es lo que queremos.
Pero mientras eso no existe, ese motor no va a funcionar. Lo que hay que hacer es buscar ofrecer la mayor posibilidad de seguridad a la gente, y dentro de eso está precisamente evitar lo masivo. En este momento nadie va a querer ir a un lugar en donde haya esquemas masivos de turismo, porque hay riesgo de enfermarte y hasta de morir.
Entonces, hoy la planeación tiene que darse en base a lo no masivo, pero sí a ir recuperando el sector. Seguramente esto va a requerir implementar en los hoteles una nueva planeación de lo que van a ofrecer, porque seguramente habrá reducción en números de asientos de avión, en el número de habitaciones que se puedan ocupar de los hoteles. Entonces, eso cambia totalmente el modelo masivo.
O sea, los números de ocupación hotelera que supimos tener no los vamos a ver por un buen tiempo
Yo estimo una recuperación de 30% o el 40%, si muy bien nos va, de aquí a fin de año, y seguramente alcanzar un 50 o 60% el próximo año. Eso sería lo ideal mientras las cosas estén así; si cambia algo en materia de salud y epidemiología con el coronavirus, podría haber modificaciones.
Eso implica también mucho menos recursos para el estado, como ya lo explicó ¿Alcanza con un plan de austeridad, o habrá que pensar en endeudamiento? ¿Es un escenario que está contemplado?
Depende qué queremos. Si queremos sólo mantenernos, sí alcanza. Si queremos generar obra pública, promoción turística, sí necesitaríamos un crédito, de otra manera no podríamos mantenerlo.
Nosotros sí queremos generar obra pública. Estamos platicando con los ayuntamientos para poder tener recursos entre ambos niveles de Gobierno, porque de lo contrario sería muy difícil.
Sí podría existir la posibilidad de un endeudamiento, siempre y cuando haya un convencimiento total de querer avanzar en materia de obra pública y una mayor promoción turística.
