news
Editorial
Por Julián Márquez
Chetumal.- (QRooAgro) A veces el destino es demasiado duro, y no se entienden tantas injusticias. La muerte del policía Miguel Ángel Alcocer Rosado, el Comandante “Golem», como era conocido por sus compañeros, no pudo ser más trágica: dejó en orfandad a 3 infantes (dos niñas y un niño), a quienes procuraba con el alma y con mucho más compromiso desde hace dos años, cuando su primogénito, de 10 años, perdió la vida al caerle encima una pared, mientras rompía la piñata por su onomástico.
Este miércoles 13 de mayo del 2020, el Comandante Golem acudía a un llamado de auxilio, por un intento de ejecución que se perpetró al Norponiente de #Chetumal, cuando al transitar en motopatrulla por el cruce de la Av. Insurgentes con Nápoles se estampó en el costado de una camioneta, cuyo conductor, quien tenía verde en el semáforo, no logró escuchar la alerta de emergencia que activó el patrullero.
La noticia enlutó a las corporaciones de seguridad y a los cuerpos de rescate de la capital de #QuintanaRoo, pues el elemento era muy conocido en la Policía Municipal Preventiva, recién incorporada a la Policía Quintana Roo, mediante el llamado Mando Único.
Sin embargo, el hecho desgarró el alma de sus familiares y más allegados conocidos, puesto que el próximo 3 de junio se cumplirían 2 años de que su primogénito perdió la vida al caerle encima una barda, mientras rompía su piñata por sus 10 años de vida. El también fatal accidente ocurrió en el Fraccionamiento Caribe de Chetumal.
Aunque siempre procuró por todos sus hijos con el alma, a raíz de esa tragedia, el Comandante Golem cuidaba con mayor responsabilidad a sus otros 3 tres menores hijos, quienes ahora se han quedado únicamente bajo la custodia de su madre, a quien se espera le sea brindado todo el apoyo jurídico y económico correspondiente por parte de las corporaciones policiacas a las que perteneció el agente.
Miguel Ángel Alcocer Rosado cumpliría 41 años el próximo 21 de septiembre, sin embargo, el destino le tenía preparada una celebración celestial.
Tu historia me la contó, entre pesares, una de las muchas personas a las que ayudaste y defendiste en tu desempeño policial, y que con mucha razón, Comando, te consideró un héroe en vida, y ahora un ángel de la guarda.
Tu familia, amigos y compañeros te extrañarán, pero tú ya convives con un angelito especial en lo eterno, Comandante Golem.
¡DESCANSA EN PAZ! ?
