Las preocupaciones de Carlos Joaquin en tiempos oscuros para QRoo

mayo 12, 2020
por

Hugo Martoccia
(laopinionqr.com)

 

Carlos Joaquín es, en estos días, un hombre preocupado. Su formación profesional, relacionada con los números (es contador público) lo ayuda a comprender el panorama completo de la crisis. La epidemiología se refiere a la salud pública, pero sus modelos de análisis son matemáticos. La economía requiere de los números todo el tiempo. Los números de ambos, la salud pública y la economía, muestran el tamaño del más grande desafío en la historia de Quintana Roo, que a él le toca enfrentar y conducir.

Los números que el gobernador ve, aunque no lo diga públicamente, dicen que ambas crisis son más grandes y complejas de lo que se divulga. Hasta los sucesos más simples disparan las alarmas. En las últimas horas, la alarma ha sido el día de la madre. Les pidió encarecidamente a los alcaldes, en una reunión virtual este sábado, que mantengan cerrados los panteones y restrinjan la movilidad.

Hay una preocupación real por el impacto que pudiera tener una desobediencia al distanciamiento social el día de hoy. Podría generar una ola de contagios demasiado importante, en el peor momento de la pandemia.

De corto y mediano plazo otra preocupación real es la falta de médicos especialistas. Hay camas y espacios para enfrentar un escenario complejo, pero faltan médicos, y esa puede ser la diferencia entre la vida y la muerte. Lo habló hasta con el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador. Pero es otro de los pedidos que no avanza con la Federación.

LA DIFÍCIL RELACIÓN CON AMLO

El pasado lunes, el gobernador se reunió de manera virtual con los diputados, y fue muy claro con respecto a la distancia que hay hoy con el Gobierno Federal. Les dio un dato: el programa de entrega de despensas iba a realizarse de manera conjunta con la Federación, pero a ultima hora dejaron sólo al Estado, que debió realizar el gasto con recursos propios.

Hasta ahora, se llevan gastados alrededor de 600 millones en diversos aspectos de la pandemia, pero se espera que el gasto alcance los 1500 millones en breve. Y todo eso sale del presupuesto propio del estado.

“Ojalá el Gobierno Federal nos devuelva algo de lo que estamos gastando de manera extraordinaria”, les dijo el gobernador a los diputados. Pero también dejó en claro que no tiene demasiadas expectativas puestas en eso.

En esa reunión con diputados no se habló de deuda nueva. Carlos Joaquín dijo que habrá que ver la recaudación de mayo para empezar a diagramar lo que viene. Pero ya anticipó fuertes recortes de gastos, y dijo que hará lo imposible por mantener la plantilla laboral de la administración pública.

Los números que se manejan son de escándalo. El Estado podría perder hasta un 25% de su presupuesto, más de 7 mil millones de pesos. El segundo semestre del año será caótico.

En ese contexto, el mandatario explicó que no hay ninguna señal de la Federación. No hay recursos extras para luchar contra la pandemia, no hay apoyos a medianas empresas para sostener la planta laboral, y no hay un plan de recuperación del turismo, que debería empezar con una agresiva campaña de promoción.

NO SE METERÁ EN EL TEMA DEL CONGRESO

Quizá la parte más tensa de la reunión con los diputados tuvo que ver con el conflicto interno en el Congreso. “Aunque cuelguen mantas no me voy a meter en el tema”, dijo, en referencia a la manifestación de un grupo de morenistas en la sede del Congreso en Cancún.

Nadie tiene que explicarle al gobernador que detrás de eso está la mano de Marybel Villegas. Dijo que lo que se ve de afuera, es que toda la pelea tiene que ver con el acceso al presupuesto y la caja. Y les advirtió que la visión de la sociedad es muy crítica con ese conflicto interno, que está fuera de toda realidad.

Cuando un par de diputados le dijeron que era importante volver a sesionar, Carlos Joaquín les dijo que ese era una decisión del Poder Legislativo, pero aclaró que el Gobierno no tiene en carpeta ningún tema urgente.

Lo dejó en claro con el tema del presupuesto. En la misma reunión estaba la titular de Sefiplan, Yohanet Torres, y el gobernador le consultó si hacía falta que los diputados modificaran el presupuesto ahora. La funcionaria dijo que no. El artículo 64 del Presupuesto le permite hacer uso de los recursos necesarios para enfrentar la pandemia.

Para la segunda quincena de junio, quizá, ya podría haber números concretos y ahí sí se podría modificar el presupuesto. Antes no tiene sentido, porque ni siquiera está claro cuál será el verdadero impacto.

Un dato: el conflicto entre los diputados se manifestó en la propia reunión. Los legisladores de MORENA Edgar Gasca, Erika Castillo, Tepy Gutiérrez y Alberto Batún, no se conectaron a la reunión. Tampoco los petistas Hernán Villatoro y Roberto Erales.

LA REACTIVACIÓN

“Les tiene que quedar en claro que quizá nunca volvamos a la normalidad que conocimos; vamos a vivir de manera diferente”, les dijo Carlos Joaquin a los alcaldes este sábado. Eso incluye una enorme incertidumbre por el futuro económico del estado.

El gobernador mira al mundo por estas horas. Este lunes abren parcialmente sus actividades varios países de Europa, y quiere ver la reacción y los efectos de esa reapertura. En Corea del Sur, Japón y Alemania, hay zonas que reabrieron y tuvieron que cerrar nuevamente por un incremento de contagios. Este domingo se anunció un nuevo caso en Wuhan, la ciudad china donde todo inició, luego de un mes sin casos nuevos. Y la economía no arranca en ninguna parte.

A los alcaldes les explicó que la reactivación será lenta, por zonas, y por áreas de la producción y el comercio. La construcción pudiera ser una de los primeras actividades en volver. Su efecto inmediato en la economía sería muy importante.

Le preocupan los más de 70 mil despidos de la economía formal, pero también las 190 mil personas que trabajan por cuenta propia, la gran mayoría de los cuales no tiene ingresos actualmente. Sabe, además, que es casi imposible que las clases reinicien el 1 de junio.

El turismo es, sin embargo, el mayor conflicto. Los empresarios presionan para abrir en junio, pero toda la cadena de la industria tiene problemas.

Las aerolíneas no saben aún cómo ni cuándo volverán a volar. Tampoco se sabe cuales sobrevivirán a la crisis, y es casi un hecho que volar será mas costoso, lo que generaría un problema de competitividad. La industria de cruceros pasa por una situación similar. Los Tour operadores mundiales con los que habló en estos días, le dijeron que no pueden mandar a nadie si el aeropuerto no tiene los nuevos protocolos anti Covid.

Si esa parte de la industria no se reactiva, la gente no vendrá, más allá de que los hoteles abran. Quintana Roo vive del turismo aéreo; el turismo de cercanías es marginal. Y a eso hay que agregarle la difícil situación económica en los principales mercados emisores. El inédito 15% de desocupación en Estados Unidos es apenas el primer dato de una crisis sin precedentes.

Todo esto es apenas un breve muestrario de las enormes preocupaciones y desafíos que aquejan al gobernador en las horas más oscuras de la historia reciente del estado, y en un momento en donde la incertidumbre parece ser la única certeza.

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