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Han pasado dieciocho meses del Gobierno de Mauricio Vila Dosal, encargado en la Gerencia de Yucatán. Año y medio y todas las alarmas están prendidas, pues hace unos días se presentó una iniciativa en el Congreso del Estado por parte del ejecutivo estatal para pedir más dinero prestado y que la entidad se siga endeudando, solicitando un empréstito de 3 mil 200 millones de pesos para infraestructura, según su ensayado y reiterado discurso, se trata de ayudar a los más vulnerables. De aprobarse, en menos de dos años que lleva este Gobierno PANista, la deuda pública ascendería a 5 mil 820 millones de pesos. Al final los ciudadanos terminarán pagando la deuda, El FOBAPROA para las empresas de los amigos del Country Club de Vila.
La principal doctrina del PANismo Yucateco es la hipocresía. Hace unas semanas fue votado en la Cámara de Diputados el elevar a rango constitucional programas de corte social, como lo son las becas para jóvenes de preparatoria, adultos mayores y personas discapacitadas; se logró que dichos apoyos de ahora en adelante sean ley y un derecho de los ciudadanos, a pesar de posturas como la de los legisladores Raúl Paz, Cecilia Patrón y Elías Lixa, quienes optaron por votar en contra o incluso no presentarse. Ahora, el gobierno que los representa justifica la solicitud de más deuda vendiendo la idea de ayudar a los adultos mayores, una gran contradicción que expone su doble moral y la falsa austeridad de Mauricio Vila quién, muy al estilo tradicional, ante una desgracia la única salida y oportunidad que ve es la deuda pública.
Si las medidas de austeridad del gobierno estatal fueran reales, el resultado, por mucho, sería diferente, pero se trata de una total falacia; el encargado gerencial, Mauricio Vila, genera una especie de gatopardismo, es decir parece que está cambiando, pero en el fondo se trata de lo mismo. Mauricio Vila, nos engañó con su demagogia en la política de austeridad republicana, sigue habiendo sueldos excesivos en la burocracia dorada y una plantilla en lo más obesa. Gastos superfluos e innecesarios
La rapiña de cuello blanco, está al acecho, Yucatán atraviesa una temporada de zopilotes. Las prácticas políticas del viejo régimen aún permanecen en Yucatán, anhelando volver a los gobiernos anteriores dónde había dispendio y suntuosidad. Contrario a las políticas de Vila, ante la contingencia, el Gobierno Federal envía mayores recursos a las entidades para atender el problema sin adquirir deuda. La austeridad republicana del Gobierno Federal debe ser ejemplo para las entidades.
Sin embargo, pareciera poco, pero, pese a salir ilesos de la contingencia, tendremos casi seis mil millones de pesos de deuda pública, sumados a una larga y penosa lista: aumento de impuestos, falta de oportunidades dignas de trabajo, contaminación, pésimo sistema de transporte público, acaparación de la tierra. sin duda alguna, el aumento desmedido del costo de las placas. La rapiña de cuello blanco en su máximo esplendor, nos asaltan en la obscuridad los políticos corruptos de cuello blanco. Al final vivimos en una temporada de zopilotes, sólo los ciudadanos podemos revocar está situación.
Lic. Jorge Sánchez Reyes, Politólogo, Licenciado en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales.- 27 de marzo 2020.-