MÉXICO, EDOMEX. – De ser un mundo aglomerado, lleno de ajetreo y bullicio de la gente, los pueblos, calles, ciudades y países completos se han callado ante la alerta sanitaria que se está viviendo.
El cierre de fábricas, colegios, y las cancelaciones de eventos masivos es parte de lo que se vive actualmente, ante la aparición del coronavirus.
Es increíble la respuesta que se está teniendo ante la presencia de esta enfermedad nunca se había visto algo así.
Boris Johnson, primer ministro de Reino Unidos, expresó que confía en que el país puede «cambiar el rumbo» en la lucha contra el brote en las próximas semanas y terminar con el coronavirus.
Aunque los casos disminuyeran los próximos tres meses, aún nos faltaría para contrarrestar esta enfermedad.
La estrategia que se está llevando de aislamiento en muchos países funciona al inicio, pero a largo plazo provocará daños sociales y económicos terribles.
Los países que ya han llegado a su máximo de la epidemia, deberán tener en claro, cuál va a ser la «estrategia de salida», es decir, como regresarán a la normalidad, y con el entendimiento que el COVID-19 no desaparecerá.
El otro lado de la moneda, es si se levanta la restricción de aislamiento, se elevarían los casos del virus.
«Tenemos un gran problema en cuanto a cuál debe ser la estrategia de salida y cómo vamos a salir de esto», comenta Mark Woolhouse, profesor de epidemiología de enfermedades infecciosas en la Universidad de Edimburgo.
«No es solo Reino Unido. Ningún país tiene una estrategia de salida».
Está epidemia es un desafío científico y social.
Existen tres formas de salir de esta alerta sanitaria que son: Vacunación, un número suficiente de personas desarrollan inmunidad tras contraer la infección y cambiar permanentemente nuestro comportamiento como sociedad.
Estas acciones disminuiría la propagación del virus.
La creación de una vacuna demoraría menos de 12 a 18 meses, además que debe dar inmunidad a alguien para que no se enferme si se expone al virus.
Y si se logrará la vacunación de al menos el 60% de la población, el virus no es capaz de causar brotes, se lograría la inmunidad colectiva.
En Estados Unidos se recibió la primera vacuna experimental, a la cual se le permitió saltarse las pruebas en animales.
Se sabe que las investigaciones para realizar la vacuna se está llevando a gran velocidad, pero no se tiene la garantía de que funcionen.
«Esperar una vacuna no debe considerarse una estrategia. No lo es», expresó el profesor Woolhouse.
(TOMADO DE BBC)