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Israel Rodríguez / La Jornada
Alfonso Romo Garza, jefe de la Oficina de la Presidencia, calificó de muertos de hambre a los ejidatarios de los lugares del sureste del país donde se asientan varios proyectos de reforestación y uso de agua emprendidos por empresas de las que fue
accionista antes de incorporarse al equipo del candidato y hoy presidente Andrés Manuel López Obrador.
Romo Garza expresó: “Estoy sumamente orgulloso de lo que hice y les voy a decir otra económica: esa zona, 70 por ciento son ejidatarios, ¿saben cuánto vale, cuántas hectáreas tiene cada ejidatario? 20 hectáreas, ¿saben cuánto vale? Nada.
“¿Saben cómo están las poblaciones? Están muertas de hambre, somos la empresa que más… pero esa tecnología con 10 mil pesos por hectárea le cambias el valor a la tierra, entonces un ejidatario que hoy tiene 20 hectáreas, que no vale nada su tierra, le ponemos esta tecnología nueva, propiedad de mexicanos, para convertir suelos improductivos a productivos, lo que hace la naturaleza en 200 años, lo hacemos en dos.
El valor de la tierra de 10 mil pesos pasa a 15 mil dólares, si eso no es crear riqueza, si eso no es revolucionar, combatir la pobreza en México, ¿entonces qué es?, puntualizó.
Una investigación periodística reveló esta semana que una empresa de la que Romo fue accionista, Enerall, se ha convertido en la mayor explotadora de agua en el sureste del país; que provocó daños a un cenote y ha afectado vegetación y fauna.
Romo Garza tachó de ignorantes a los periodistas autores de la investigación. Incluso reveló que su proyecto recibió un premio de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) por el rescate de la Selva Lacandona.
En conferencia de prensa, acompañado por el secretario de Hacienda, Romo Garza aseguró: No tengo ningún conflicto de intereses ni ambiental.
Comentó que este proyecto es una gran innovación tecnológica a escala mundial desde 2011, tiene 10 años y “hemos tenido revisiones de todos, nunca hemos tenido un problema, salvo una discusión con la Profepa, tenemos ocho cenotes en custodia… no tenemos un problema medioambiental, cero”.
Explicó que un área caliza de piedras donde se producían 700 kilogramos por hectárea cada año, a los dos años produce 11 toneladas, es una creación de riquezas
para miles de campesinos, pequeños propietarios ejidatarios, como nunca se ha visto en el mundo, esta tecnología es propiedad de mexicanos, destacó.
No voy a renunciar, al contrario, estoy sumamente orgulloso por lo que hice, ya no soy accionista, desde el 2017 o 2018, porque entraron fondos, porque es un proyecto grande, porque me vine al gobierno, no estoy de accionista, no tengo conflicto de interés en nada, apuntó.
Recordó que fue acusado de aprovechar los mantos freáticos en Yucatán, ante lo cual argumentó: Imagínense qué ignorancia, con todo respeto a los reporteros, la península de Yucatán, hay ríos subterráneos, todo lo que se llueve en Tabasco viene subterráneamente, por eso hay cenotes y toda esa agua desemboca al Golfo y al Caribe, si no cuidamos cómo utilizamos el agua, infectamos, lo que más infecta esas zonas es que en todos los pueblos que hay en la península no hay drenaje, entonces todo se va a las aguas subterráneas, los premios que hemos obtenido en el agua, vayan a ver cómo utilizamos el agua.
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