Quintana Roo no sólo es el sostén económico a nivel nacional con la aportación de 33 de cada 100 pesos generados por el turismo; ahora es, también, una de las entidades que más apoyan a la estabilidad y la recuperación de niveles de vida en el continente, mediante la recepción de inmigrantes que provienen de otros estados del país y de naciones en crisis como Venezuela, Argentina, España y Cuba.
Frente a la desaceleración en la economía nacional, Quintana Roo ha sostenido un crecimiento económico promedio de 4.8%, ubicándose en tercer lugar de crecimiento después de Aguascalientes y Baja California Sur. En los últimos dos años se ha mantenido en el primer lugar como generador de empleos formales, duplicando las metas en el rubro.
Sin embargo, ocupa el lugar 26 (de 32 estados) en el monto de aportaciones federales que recibe y el lugar 23 en participaciones federales, muy por debajo de la media nacional. Los estados que reciben más recursos del gobierno de México a través de estos mecanismos son Estado de México, Ciudad de México, Veracruz, Jalisco, Puebla y Chiapas, según el compendio 2109 de “En Cifras, ¿Cómo Vamos?”.
Quintana Roo produce una derrama económica de más de 14 mil millones de dólares al año, la segunda fuente de ingresos más importante del país. Del monto de 24 mil millones de dólares reportado por la Secretaría de Turismo como divisas turísticas captadas en 2019, Quintana Roo aportó más del 34%. Sin embargo, durante 2018 la federación le regresó 20 mil millones de pesos en presupuesto para programas, obras de infraestructura y servicios a fin de atender no sólo a su población de un millón 700 mil personas, sino a inmigrantes y turistas.
El Grupo Aeroportuario del Sureste reportó un ingreso de 25 millones 481 mil 989 turistas a Cancún durante 2019 y de más de medio millón a Cozumel, a través de los dos aeropuertos internacionales que opera en estos destinos. Pero Quintana Roo no sólo es un estado de paso; es la entidad con mayor tasa de inmigrantes del país y de otras naciones: de cada 10 que llegan sólo salen 4 y 6 se quedan, según cifras de la Secretaría estatal de Desarrollo Social.
No obstante de la presión que los inmigrantes ejercen sobre las acciones de gobierno para ofrecerles estabilidad, infraestructura y servicios, el estado es de los que tienen menos porcentaje de pobres, 27%, índice que ha ido disminuyendo al ubicarse en 29.2% en 2017, muy por debajo de la media nacional de 40%.