Luis Cardona fue cancelado de la fuente en su primer día de trabajo, luego de siete años de estar sobreviviendo en el desplazamiento, con los ingresos mínimos que le otorga la publicación de su portal digital Diario 19; había regresado al empleo formal dentro del periodismo como corresponsal del diario La Opción de Chihuahua, donde fue contratado para dar cobertura a las conferencias mañaneras del Presidente de la República.
Sin embargo, las preguntas incomodas del periodista Luis Cardona hacia el Jefe del Ejecutivo, lo pusieron de nueva cuenta en el desempleo, al ser informado oficialmente que y no tendrá acceso a la cobertura de las conferencias de prensa mañaneras, para lo que había sido contratado, lo que evidencia que el principal agresor de los periodistas es el propio gobierno federal, en donde efectivamente “ya no es como antes”, ahora la instrucción es no cuestionar al Presidente.
La revocación de la acreditación de la que fue objeto el periodista desplazado fue porque el presidente López Obrador se molestó por los cuestionamientos que Cardona realizó, sobre el manejo de la información del caso Culiacán, en donde el propio Jefe del Ejecutivo agredió a todos los medios y periodistas por igual, a los que comparó –bajo la excusa de una frase de Francisco I. Madero- con perros “que muerden la mano de quien les quita el bozal”.
En la conferencia que demostró la sensibilidad extrema del presidente López a la crítica, el mandatario, alzando la voz, cuestionó y desacreditó a todos los medios y periodistas en general, por la cobertura dada al caso en donde el gobierno federal -bajo el argumento de no derramar más sangre- dejó en libertad a Ovidio Guzmán López, uno de los principales narcotraficantes de México.
En el evento, el presidente López deslizó que la prensa mintió sobre el caso Culiacán, secundando la postura del secretario de Seguridad Publica, Alfonso Durazo, deslindándose de la responsabilidad oficial de informar sobre el operativo de las fuerzas federales que a más de una semana no ha sido esclarecido, y sigue sembrando las dudas sobre el diálogo que se mantiene entre el gobierno federal y la familia del narcotraficante Joaquín Guzmán Lopera.
El “pecado” de Luis Cardona fue establecer de cara al presidente López que la prensa no mintió, sino que los acontecimientos se dieron sin información oficial hasta pasadas las siete de la tarde y con información falsa. “Usted mintió señor Durazo, la prensa no. Nosotros publicamos lo que se iba generando, y fueron los narcos los que informaban por redes de lo que estaba sucediendo, mientras el gobierno no informaba nada”, reprochó el periodista desplazado al titular de la Secretaria de Seguridad Pública.
“Así como ustedes dieron a conocer lo que hoy se conoce como información imprecisa, nosotros publicamos lo que se estaba dando en el momento, igual que ustedes. Pero el gobierno no informaba nada, incluso el presidente señaló que la información la daría el Gabinete de seguridad”, sostuvo Cardona durante la conferencia, mientras el vocero Jesús Ramírez lo reconvino verbalmente en tres ocasiones, pidiéndole que no alzara la voz, a lo que Cardona contestó, “pásame un micrófono, no me dan la palabra”.
Al término de la conferencia, fue cuando vino la notificación oficial de que a Luis Cardona ya no se le permitiría el acceso a las conferencias del presidente López, echando por tierra la supuesta política de apertura y trasparencia de la Presidencia con los periodistas, dejando solo en el discurso la apertura democrática de la que tanto presume esta administración.
Así, Luis Cardona -quien además se encuentra en la Ciudad de México en calidad de desplazado y es usuario del Mecanismo de Protección de Periodistas-, fue víctima una más del embate de la censura, el hostigamiento oficial y la separación de su trabajo. Al no poder cubrir las conferencias mañaneras fue despedido en su primer día de trabajo del periódico La Opción de Chihuahua, volviendo otra vez al desempleo.
Sobre esta situación, Luis Cardona se dijo decepcionado. Él creía en la apertura democrática del gobierno de López Obrador. Y aunque reconoce que “si esto (el cuestionamiento frontal al presidente) hubiera sido con anteriores presidentes, seguro estaría desaparecido o muerto”, también lo considera como un acto de agresión.
“Pero son los riesgos con que salgo a diario de mi refugio, y asumo totalmente la responsabilidad de mis actos. AMLO se la pasa criticando y humillando a los medios y periodistas, y no le ha gustado la práctica del periodismo libre”, porque Cardona –habla de si en tercera persona- no es el único desplazado que ha sido ninguneado por el Presidente, él goza de mofarse de nuestro trabajo.
“Cada vez que arremete contra nosotros, dice ‘las cosas ya no son como antes’, y tiene razón, yo le digo lo mismo. Señor Presidente las cosas ya no son como antes, los periodistas comprometidos, no tenemos color político. Nos debemos a la sociedad. Nuestro deber es informar, no decir mentiras, por eso preguntamos, para no caer en todo eso que usted habla de la prensa mexicana.
”Su discurso de hoy estuvo plagado de insultos velados para nosotros los periodistas, porque generaliza, y tunde a todos por igual. Le deseo lo mejor a su gobierno, y ojalá la democracia y el verdadero diálogo circular se lleven a cabo. Que el debate no espante a su director de Comunicación Social, que hoy me agrede coartando mi libertad de expresión”.
Esta no es la primea vez que Luis Cardona es agredido. Él fue secuestrado por policías en Chihuahua. Lo torturaron. Lo humillaron. Por eso salió desplazado de su tierra en 2012, cuando gobernaba Felipe Calderón. Hoy, de nuevo se encuentra desplazado en la Ciudad de México. Desde hace cinco meses vive en un refugio para estar a salvo de las amenazas de muerte que lo asedian.
Y le manda un mensaje al presidente López: “¿Cuál es la diferencia entonces, estimado Presidente? Media hora con la mano extendida esperando mí turno para preguntar, y no me lo permitió, hasta que alce la voz. Con todo respeto, hace mucha falta crecer en conciencia democrática. Le saludo y le conmino a regresarme la acreditación, para continuar preguntándole con toda libertad sobre sus actos de gobierno, transparencia y rendición de cuentas. Yo ni fifí, ni conservador, simplemente periodista, hoy desplazado, pero espero, no por mucho tiempo más”.