CANCÚN.- El caso de Karlo, de 21 años, mismo que fue hallado inerte en la laguna Nichupté siendo festín de cocodrilos; se dice que fue producto de un homicidio, para posteriormente arrojar el cuerpo al agua a fin de que los animales no dejaran rastro.
El originario de Veracruz, fue hallado flotando sin vida y aunque ya se les dio aviso a sus familiares, hasta el momento no se han presentado para reclamar el cuerpo de manera formal.
En sintonía con las primeras investigaciones el ahora occiso desapareció un sábado en la noche, pues fue visto por última vez por sus compañeros de trabajo en la zona de discotecas del boulevard Kukulkán.
Sin embargo, ninguno de sus conocidos realizó la denuncia por la desaparición ante las autoridades correspondientes e iniciaron la búsqueda mediante las redes sociales, y fue hasta la tarde del martes que las autoridades ministeriales contactaron a sus familiares, para darle la trágica noticia.
Policías allegados al caso mencionaron que es poco probable que la víctima haya sido ahogado en la laguna, ya que todo indica que fue arrojado al agua sin vida para que fuera devorado por los cocodrilos.
Esto debido a que el cuerpo tenía puestos el calzado y ropa con la que fue visto por última vez, además de que no tenía su reloj, su cartera y los artículos que vendía a los turistas.
Las causas de su muerte podrán ser conocidas una vez que intervenga el médico legista, de esa forma la autoridad ministerial podrá establecer una línea de investigación, aunado a la declaración de los familiares para avanzar en las indagatorias.
Los parientes del occiso se encuentran viajando de la ciudad de Minatitlán, Veracruz, hacia Cancún para realizar los trámites pertinentes y reclamar el cadáver.
El cuerpo fue localizado la tarde del pasado martes dentro del sistema lagunar, a la altura del kilómetro 7.5 del bulevar Kukulcán.