CHIHUAHUA, MX.- Una deuda de más de 80 mil pesos y una imagen personal basada en mentiras fueron las causas de que Valeria escapara el 25 de septiembre de la ciudad de Chihuahua, toda vez que había un engaño que pronto sería descubierto por familiares y conocidos, publicó El Heraldo de Chihuahua.
Dentro de la información que ha recuperado la Fiscalía General del Estado está que Valeria había engañado a sus padres, toda vez que de 2014 a la fecha les hizo creer que se encontraba estudiando en el Instituto Tecnológico de Chihuahua II, por lo que ellos le brindaron el dinero para sus colegiaturas así como gastos de inscripción y otros pagos que se fueron acumulando a lo largo de la supuesta carrera.
El viernes 27 de septiembre Valeria tendría una fiesta de graduación que le habían organizado sus familiares, así que dos días antes y al ver que se descubriría el engaño, la joven escapó de la ciudad y deambuló por varios estados del país, hasta llegar a Mérida, donde se encontraría con algunos conocidos.
Según información del Instituto Tecnológico de Chihuahua, el 10 de octubre se realizará la ceremonia de graduación que correspondería a la generación de Valeria, pero ella no cursó los estudios requeridos para graduarse.
Los familiares, amigos y compañeros de trabajo, al tener una imagen impecable de la joven de 26 años, jamás llegaron a pensar que Valeria se había ausentado de la ciudad por su propia voluntad, por lo que informaron que podría haber sido privada de su libertad por un grupo de tratantes de Chihuahua, sin embargo la Fiscalía General negó esta versión de los hechos.
“No tenemos información de que ella pudiera ser violentada en ningún sentido, sabemos que salió de la ciudad por voluntad propia y estaremos a la espera que rinda declaración ante las autoridades investigadoras, pero no existió ninguna agresión en su contra, se encuentra sana y salva”, indicó el Fiscal General.
Una mentira de años
En 2014 Valeria se inscribió a la carrera de Arquitectura en el Instituto Tecnológico de Chihuahua, donde se anotó en seis materias, pero sólo acreditó dos de ellas, por lo cual ya no regresó a los estudios; sin embargo, hizo creer a sus padres que seguía estudiando.
Así, hasta la presente fecha, la joven de 26 años fingió que asistía a la escuela, que fue la aparente razón por la que decidió escapar de la ciudad a fin de no enfrentar la problemática que se habría de generar con sus padres que le estuvieron solventando los gastos.
El 25 de septiembre, Valeria escapó de la ciudad, la última vez que fue vista en Chihuahua fue en la terminal del camión, donde se ve con la ropa que anteriormente habían descrito los familiares que reportaron su ausencia.
La ruta que tomó Valeria fue salir de Chihuahua, pasó por Camargo, bajó a Durango y llegó a Guadalajara, en Jalisco, posteriormente pasó a la Ciudad de México y posteriormente se dirigió a Mérida, Yucatán, donde el 30 de septiembre fue ubicada por autoridades de aquel estado.
Al rastrear su información personal, datos y evidencias de la joven, se determinó que días antes de la supuesta desaparición estuvo buscando departamentos en Guadalajara, donde aparentemente se mantendría, pero hasta el momento se desconoce por qué decidió viajar a Yucatán.
Gracias a la geolocalización de sus aparatos móviles fue que lograron el seguimiento de la joven, con lo que se logró confirmar su viaje por algunos de los puntos mencionados.
La Fiscalía General del Estado confirmó que la joven se trasladó a un hospital en Mérida porque se sentía angustiada y triste por lo que había sucedido, y al proporcionar su información personal a los trabajadores del hospital, como su ciudad de origen, determinaron que se trataba de la joven desaparecida en Chihuahua.
La madrugada del 30 de septiembre se entabló comunicación con las autoridades de Chihuahua a fin de alertar que la joven se encontraba en Yucatán; ese mismo día los padres de la joven viajaron a Mérida para ver a su hija y llevarla de regreso a Chihuahua.
La Fiscalía General del Estado determinará lo que procede al caso debido a que se trató a una ausencia voluntaria y al no haber antecedentes o pruebas de que se haya generado la comisión de un delito, toda la responsabilidad y cargo quedará en manos de sus familiares. (Fuente: El Heraldo de Chihuahua)