El Gobierno municipal está comprometido en el cuidado y protección los quelonios que año con año arriban a las del municipio
A pocos días de culminar la temporada de anidación y protección a las tortugas marinas, el Ayuntamiento de Isla Mujeres dirigido por Juan Carrillo Soberanis, a través de la Tortugranja, ha rotó su récord en comparación a la temporada alta de 2017 y se encuentran a menos de 30 nidos para superar el récord histórico.
La directora de la Tortugranja, Deline García Canto, dio a conocer que el Gobierno Municipal realiza constantes trabajos para preservar el medio ambiente y el cuidado de las especies protegidas por lo que, hasta el momento, se ha superado el número de nidos de 2017 donde se obtuvieron mil 198 y este año ya se tienen mil 418 esperando alcanzar los mil 500 nidos para despuntar históricamente.
Señaló que la temporada de anidación terminará el 15 de octubre, sin embargo, su trabajo de vigilancia y protección termina 15 días después, es decir hasta el 01 de noviembre; por lo que –dijo- tienen suficiente tiempo para superar las cifras históricas de hace dos años y recalcó que aún mantienen de 80 a 90 nidos `in situ´ en los campamentos de la dependencia.
“Estamos por romper el récord histórico de 2017 porque la cantidad de nidos de tortugas marinas, en comparación con el año antepasado que fue alto, ya se superó por 209 nidos. En total, hasta ahora, llevamos 2 mil 417 nidos de los quelonios que año con año arriban a las costas de Isla Mujeres, lo que corresponde a 161 mil 949 huevos de los cuales se espera que el 80 por ciento eclosione”, informó la directora.
García Canto agradeció el trabajo coordinado que han realizado las diversas instituciones municipales como la Dirección de Protección Civil y Bomberos, la Secretaría de Marina (Semar), la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa), la Dirección General de Seguridad Pública y Tránsito Municipal (DGSPyTM), la Zona Federal Marítimo Terrestre (Zofemat) así como la loable labor de los trabajadores de la Tortugranja y los voluntarios, quienes en conjunto, realizaron tareas de vigilancia y protección de los puntos de anidación.