Cancún.- De acuerdo con el presidente de Ciudadanos por la Transparencia, el objetivo de su organización y otras que trabajan en pro de la transparencia y la rendición de cuentas es que en un plazo de 10 años Quintana Roo sea el estado con los menores índices de corrupción. Y para ello, planes anticorrupción como el que se presentó por parte del municipio de Benito Juárez son vitales. Una vez confirmado este se planea que cada uno de los 11 municipios tenga el suyo.
“Sí, creo que son pasos importantes. Nos tomará tiempo, pero se puede remediar de manera interesante y no tan a mediano plazo; es el primer plan municipal en el país; imagina todo lo que se tiene que trabajar; y este es un municipio de 11; tenemos que hacer 11 planes municipales y todos los municipios operan de forma distinta, pero es más sencillo teniendo el primer plan”, aseguró en entrevista Alejandro Riquelme Turrent.
El municipio es el principal contacto con la ciudadanía y ahí es donde se debe empezar a combatir la corrupción, considera el activista. Y si se alinean criterios para fomentar la transparencia desde los tres niveles de gobierno se pueden obtener mejores resultados. Por eso destaca este esfuerzo en Benito Juárez donde se presentó el Modelo Municipal Anticorrupción, único en su tipo.
La corrupción, indica, es un fenómeno global, en el que México es uno de los países donde más se vive. Y si bien es una práctica muy arraigada con información y educación se puede unir cambiando. “Hay que entender que las decisiones que yo tomo afectan a una tercero”, apuntó.
Y establece que, finalmente es un tema de decisión, de querer cambiar; y subraya, este cambio debe venir de autoridades, pero también de los ciudadanos. Y que tiene que llegar un punto de inflexión que establezca un antes y un después. Puso como ejemplo cuando antes era improbable pensar que se prohibiría fumar en algunos espacios como restaurantes, cines o aviones y hoy es la norma. Y opina, algo así debería pasar con la corrupción.
“Y tengo una noticia para los corruptos: ese punto de inflexión va a llegar en siete o máximo ocho años; les queda poco tiempo, así que los que son (corruptos) más bien tomen la decisión de cambiar de inmediato”, concluyó.