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Carlos Barrachina Lisón
1 septiembre 2019
Me tocó estar el otro día un una presentación en la que se señaló que una de las misiones del ejército es custodiar las pipas rentadas de gasolina.
Me preocupé porque en mis viajes por Veracruz he visto caravanas de más de un kilómetro de camiones como el de la foto. Pregunté y.me dijeron que buena parte de los choferes son militares retirados. Me comentaron que están siguiendo un protocolo de transporte muy viejo.
He dudado mucho en escribir este post, pero a los integrantes del crimen organizado que buscan generar caos y terror se les ocurre todo.
Ese protocolo de viajar pegados es muy peligroso. Si alguien avienta un misil a un camión vuelan todos los camiones de la caravana.
Sé que varios van a pensar que qué sabré yo y que los militares tienen todo previsto.
Busque usted en internet: en 1993 o.1994 explotó una pipa de gasolina en el periférico de Barcelona (Ronda de Dalt). Esa semana yo había estado platicando con el chofer de esa unidad. Éramos del mismo partido político y me explicó con detalle los riesgos de su trabajo. En esos días perdió la vida a las 5.o 6 de la mañana saliendo de su casa.
Ojalá las autoridades no sean soberbias y no sigan los protocolos establecidos toda la vida, porque los tiempos cambian… y los actuales son muy peligrosos. Piensen lo que ha pasado en el table dance de Coatzacoalcos, en donde pegaron fuego y balearon a todos los que se encontraban en el interior para después cerrar las puertas. Precisamente a partir de ese punto salen las caravanas de gasolina en camiones.
Los ciudadanos tenemos la.obligación de plantear estos riesgos, antes de que suceda una desgracia.
