Comunicado de prensa de la Asociación Mexicana de Periodistas Desplazados*
Gracias a la clase política, México es una vergüenza internacional en el asesinato de periodistas.
La cifra que nos mantenía a raya en estos crímenes con los países con altos índices de asesinato de periodistas, eran naciones involucradas en guerras, y ya la hemos rebasado con creces.
Todos los países que se interesan en la Libertad de Expresión, y el desarrollo del periodismo nos están observando, y están siendo testigos de cómo el Estado permite que sigan asesinando más y más periodistas.
Hoy asesinaron a Edgar Alberto Nava en Guerrero, pero ¿quién será el próximo en los días siguientes?
Matar periodistas se ha convertido en algo tan normal en México, que cuesta creer que en países como Francia, buscan por cielo, mar y tierra, a quien osó agredir a un agente de la Libertad de Expresión, como si se tratara de un asesino serial.
Estos países defienden a los periodistas porque conocen la importancia o el papel que juega la Libre Prensa en la democracia de una nación.
Aquí en México, aunque triunfó la democracia y dio a luz un nuevo gobierno, siguen sin buscar a los asesinos de periodistas; es más fácil fabricar culpables.
Pero es aún más fácil denigrar periodistas, criminalizarlos, letalizarlos, difamarlos; todo, desde las redes sociales, y con presupuesto público, para evitar que se conviertan en una influencia en la sociedad.
México sufre un cáncer; su clase política de la que no está exento el Presidente, y todo su gabinete.
El discurso de la rencilla, del rencor contra la Prensa, debe cambiar por iniciativas de protección a los periodistas y la proliferación del buen periodismo, porque hoy más que nunca, lo necesitamos.
La Asociación de Periodistas Desplazados y Agredidos, condenamos la simulación del Gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo, en proteger a los agentes de la Libertad de Expresión; los recursos públicos no deben disponerse para edificar guerras sucias contra los periodistas desde las redes sociales.
Hacemos un llamado al Presidente, Andrés Manuel López Obrador para que corrija su discurso; su descomunal influencia sobre el pueblo de México, genera rencor social y ataques de la sociedad hacia quienes ejercen el periodismo crítico, que es uno de los pilares fundamentales para el despertar de conciencias en un país democrático.