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Playa del Carmen.- Un estudiante universitario fue detenido sin motivo por policías municipales, quienes se lo llevaron en la patrulla, le echaron gas lacrimógeno, lo golpearon y le robaron su dinero, acusó su padre, quien advirtió que interpondrá una denuncia ante el Ministerio Público.
En rueda de prensa, Juan Cueva comentó que su hijo, de igual nombre, llegó a su casa de la universidad el pasado martes, 30 de julio, y de allí quiso ir a la plaza comercial por algo de comer, pero en la parada, en la avenida Misión del Carmen, a eso de las 3:30 de la tarde, pasó una patrulla de la Policía Municipal, cuyos agentes dijeron que le practicarían una revisión “de rutina”.
El joven no objetó y lo pusieron contra el vehículo, para esculcarlo, al ver que traía dinero, todo cambió, según narró el padre, porque se lo arrebataron y le echaron gas lacrimógeno, para luego arrojarlo al suelo y tratar de someterlo.
Aunque nada de esto fue grabado, una ciudadana sí grabó en su celular lo que ocurrió después, cuando tres polícias dominaron y obligaron a subir a la patrulla a este joven.
Ella le preguntó qué había hecho y él alcanzó a contesta su nombre y a decir que le habían quitado su celular.
Ella y otra mujer comenzaron a reclamarle a los policías, llamándolos rateros e instándolos a que devuelvan el celular, sin que ellos hicieran caso.
El padre narró que se enteró de lo que había pasado por las redes sociales, por lo que acudió a Seguridad Pública. Allí, se enteró que habían acusado a su hijo de estar alcoholizado, algo totalmente falso, pues ahí estaba presente ante el juez cívico, sobrio.
El juez, no obstante, indicó que eso le habían marcado, por lo que obligatoriamente debía cubrir una multa de más de mil 500 pesos.
El joven le relató a su padre que en el trayecto a los separos, lo rociaron de más gas, dejándolo prácticamente ciego. Allí lo llevaron a algún lugar, donde lo golpearon, para luego llevarlo a una celda.
Le aplicaron la prueba de alcoholemia, resultando negativa, sin que hiciera alguna diferencia.
El afligido padre trató de comunicarse con la presidente municipal, pero solo logró hablar con su asistente, quien dijo que verían su caso. Como su hijo tenía exámenes en la universidad, optó por pagar la multa, para que lo liberaran.
A la vuelta de los exámenes, lo llevo al Seguro Social y a la Cruz Roja, constatándose en ambos lados que el joven había sido golpeado, por lo que advirtió que interpondrá una denuncia penal.
El ciudadano afirmó que habló con el secretario de Seguridad Pública, Jorge Robles, quien le dijo que era la palabra de su hijo contra la de los policías, y le insistió que lo detuvieron por borracho, pese a que estaba totalmente sobrio.
Finalmente, indicó que iba a investigar, “pero lo dijo sin muchas ganas”, además de cuestionarlo por haber ventilado el caso en redes sociales.
