Es una masa flotante que está invadiendo el Caribe y ahora se sabe que es la floración de algas más grande del mundo.
Con observaciones de satélite, científicos descubrieron que el sargazo se extiende desde el occidente de África hasta el Golfo de México.
Y esta explosión de algas en el Océano Atlántico y Mar Caribe podría convertirse ahora en la norma, afirman los investigadores.
La deforestación y uso de fertilizantes son algunos de los factores que, se cree, están impulsando el crecimiento.
Este año el sargazo ha estado infestando los destinos turísticos más populares del Caribe y se ha convertido en una molestia ecológica en la región.
Unos 1.000 km de playas mexicanas se han visto afectadas en los últimos meses. La extracción de las algas toma tiempo, es costosa y no siempre es efectiva.
Hasta junio de 2018, el Gran Cinturón de Sargazo del Atlántico, como lo llaman los científicos, se había extendido 8.850 km y estaba formado por más de 20 millones de toneladas de biomasa.
«La química del océano debe de cambiar para que la floración se salga tanto de control», le dijo a la BBC el doctor Chuanmin Hu, del Colegio de Ciencia Marina de la Universidad del Sur de Florida, quien dirigió el estudio publicado en la revista Science.
Los investigadores utilizaron un registro de 19 años de datos de satélite para estudiar el sargazo, cuya floración había ocurrido cada año desde 2011 a 2018, con excepción del 2013.
El 2011 pareció ser el momento más crítico, cuando el alga llegó en masa a las costas.
«Al final, todo esto está relacionado al cambio climático porque éste afecta la precisión y la circulación oceánica e incluso las actividades humanas».
«Pero lo que demostramos es que estas floraciones no ocurren debido a un incremento en la temperatura del agua», afirma el doctor Hu.
«Probablemente llegaron para quedarse».
Mar de Sargazo
Algunas especies de sargazo -que es un grupo de algas- viven en la superficie de los océanos, donde atraen a peces, aves y tortugas.
«En el océano abierto, el sargazo provee grandes valores ecológicos y sirve como hábitat y refugio de varios animales marinos», afirma otro de los investigadores, el doctor Mengqiu Wang.
Sin embargo, si hay demasiadas algas éstas pueden sofocar a los corales y praderas marinas, y terminar en las playas liberando gas que huele a hueve podrido.
Los investigadores explican que el sargazo es común en el Atlántico.
Hay registros de que la masa de algas fue por primera observada por Cristóbal Colón y a ellas se debe el nombre del Mar de Sargazo, la región del norte del Atlántico.
Pero un fenómeno como el que se ha visto este año, con la enorme cantidad de macroalgas, parece ser algo reciente, dicen los investigadores, o al menos se pudo observar por primera vez en datos satelitales de 2011.
En los datos que pudieron analizar encontraron que entre 2000 y 2010 hubo una cantidad pequeña en el centro del Atlántico, la mayoría de las algas se concentraron en el Golfo de México y el Mar de Sargazo.
En 2011, sin embargo, surgió una enorme floración y ésta se ha desarrollado en años subsecuentes hasta convertirse, en 2018, en el gran cinturón de 8.850 km.
Otro de los hallazgos del estudio es que las floraciones alcanzan su punto máximo a mediados de año y los modelos computacionales sugieren que éstas se desarrollan de pequeñas poblaciones de algas en el centro del Atlántico.
2019, otro año récord
Todo parece indicar que en 2019 habrá otra enorme floración.
«Es otro año que romperá records» señala Hu y explica que esta recurrencia frecuente del Gran Cinturón de Sargazo del Atlántico aumenta la posibilidad de que el fenómeno se convierta en una situación común.
Los investigadores encontraron que cada año se está descargando en el océano, por el rio Amazonas, un nivel cada vez más grande de nutrientes como resultado de actividades humanas como la deforestación y el uso de fertilizantes.
Y esto refuerza la posibilidad de que el cinturón de sargazo se vuelva algo normal.
- Es un grupo de macroalgas fibrosas de color pardo o verde oscuro que pasan su vida flotando.
- Algunas tienen vesículas llenas de gas para mantenerse a flote y promover la fotosíntesis.
- Pueden crecer varios metros y formar masas que proveen un ambiente vital de alimentación y reproducción para la vida marina.
- En pequeñas cantidades ayudan a nutrir las playas.