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Proyecto del Tren Maya en lugar de beneficiar a pobladores, los afectaría en la tenencia de la tierra y en lo social, afirman expertos en temas ambientales y ejidatarios.
Sergio Madrid, director del Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible, sostiene que: “Se debería apostar por un proyecto más participativo, planear y no entregar el proyecto a empresas internacionales y atender primero los problemas locales».
Hay primero que resolver el tema de los residuos sólidos urbanos y la contaminación hídrica.
Leticia Merino, investigadora de la UNAM, advierte que con este proyecto, se podría dar el despojo de tierras y el incremento en la deforestación de la zona.
Al igual Pedro Uc, opinó durante el “DEBA-TREN ‘MAYA’”, que los ejidatarios corren el riesgo de serles arrebatada sus tierras, las cuales han sido utilizadas al manejo forestal por décadas, a la producción de chicle y de miel orgánica.
TREN MAYA
El Tren Maya, es el principal proyecto del Gobierno Federal, y tiende hacer un modelo neoliberal, contrario a lo que AMLO prometía sería su gobierno, expresaron defensores del medio ambiente, especialistas en el tema.
Asimismo, cuestionan la estructura de los Fideicomisos de Inversión de Bienes Raíces (Fibras) del Tren Maya, dado que los ejidatarios no obtendrían ganancia alguna y los contratos se están adjudicando a empresas extranjeras, que se encargarán del diseño y estudio de costo-beneficio.
Los expertos que participaron en el “DE-BA-TREN ‘MAYA’”, realizado del 3 al 7 de abril, se encuentran preocupados por la posible expropiación de terrenos ejidales y el no tomar en cuenta los impactos ambientales y sociales en la región.
“El único criterio es la obtención de ganancia en el menor tiempo, sin considerar la participación integral de los ejidos y comunidades indígenas mayas que son los dueños de la tierra. Asimismo, la superficie a utilizar tiene impacto ambiental porque causa un desbalance en el ecosistema”, dijo Raúl Benet, biólogo especialista en desarrollo territorial y ambiental.
Para la realización del Tren Maya en Bacalar, se pretende adquirir 5 mil hectáreas, ejidatarios ya han tenido acercamiento con empresarios extranjeros para negociar sus terrenos, ante la presión que está ejerciendo contra ellos.
Benet comentó, que existen más de 500 problemas ambientales en la República Mexicana por este modelo, y gestores de Gobierno o de las empresas visitan de manera individual a los propietarios de terrenos y hacerles una propuesta económica, donde algunos son tentados y acceden a la venta de sus propiedades.
Informó el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible (CCMSS) que a lo largo de la ruta del Tren Maya existen mil 828 comunidades rurales y 163 núcleos ejidales.
Sergio Madrid, director ejecutivo del CCMSS, dijo: “Queremos levantar una alerta, ¡cuidado!, la manera en que están conduciendo el proyecto del Tren Maya va causar daño en las comunidades, en la tenencia de la tierra, en lo ambiental y en lo social”.
Hay que atender la contaminacion de residuos sólidos urbanos y la contaminación hídrica que existe en Bacalar.
“Hay que cuidar las comunidades indígenas mayas, para que no pierdan sus tierras y si deciden vender que les sea pagado lo justo”, expresó Leticia Merino, investigadora de la UNAM.
La coordinadora del Seminario Sociedad, Medio Ambiente e Instituciones de la UNAM, expresó que, además de Fonatur, también debe participar el Instituto Nacional Indigenista, la Semarnat, Sedatu y la CNDH.
Han pintado el proyecto Tren Maya, como un sueño y no ha dado a conocer los impactos que generaría en el medio ambiente, tales como el acceso al agua y saneamiento, así como la deforestación.
Asimismo, hay que tener en cuenta que en Yucatán, sólo se trata el 30% de las aguas negras, y si llegara a existir un aumento en el arribo de turistas, no podríamos atender el saneamiento de la Península y se contaminarian más fácilmente los suelos cársticos, que son los encargados de filtrar los contaminantes del agua.
Por otra parte, la deforestación que se está incrementando ahora con el programa Sembrando Vida y nos está cambiando el ecosistema, dijo Merino.
Expertos ambientales aseguran, que el Tren Maya debe cumplir con la legislación ambiental, de una licencia social de la población local y contar con el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) para darle sustento técnico, científico y jurídico.
Gustavo Alanis Ortega, presidente del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), comentó durante el “DE-BA-TREN ‘MAYA'»: “Hay proyectos que han tenido permisos y concesiones, pero no cuentan con la licencia social y provocando que no se realicen, porque no tienen el consenso de la población local y es porque no los consultan o los consultan inapropiadamente”.
Será apartir de la Manifestación de Impacto Social (MIS), donde las comunidades indígenas mayas serán tomadas en cuenta respecto a la ruta del Tren Maya, argumentó Alanís Ortega.
Por lo que, considero que Fonatur debería informar del proyecto a los ejidatarios, y así ellos sabrían si existen engaños, entre más rápido se informe sería mejor, indicó.
Alanís Ortega cuestiona: “La pregunta sería ¿qué tanto van a tomar en cuenta a los locales?, ¿serán parte del proceso? o nada más harán el trámite para cumplir”.
(Tomado de Noticaribe/Agencia Reforma)
