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Chiquilá.- Ejidatarios de Chiquilá señalan que el plan de Manejo de Yum Balam no los toma en cuenta pese a que ellos son los dueños de la tierra, pues ni siquiera hay un número en cuanto a la densidad de la zona, lo que sí hay para Holbox. Critican la actitud de la Conanp, a la cual califican de “gandalla”, pues no ha colaborado y respetado acuerdos. De no corregirse la situación, podría estallar la inconformidad social, advierten.
“La Conanp ha hecho lo que ha querido; no ha tomado las cosas en serio y como se pactó en un principio, cuando se hizo el consejo asesor donde participa el Gobierno del Estado”, indicó Héctor Manuel Loeza Rivas, comisariado ejidal de Chiquilá. “Ellos, como institución federal, y nosotros, como dueños de la tierra, quedamos en llegar a acuerdos, pero al parecer los más de dos años que tuvimos de trabajo se echaron por tierra”.
Debido a que no se alcanzaron acuerdos se optó por buscar una empresa externa que se encargara de hacer estudios en el área.
“Al final, quedamos que se iba a respetar lo que arrojaran los estudios”, detalla, lo que no ocurrió, pues esta instancia regresó de forma unilateral a la propuesta original del Plan de Manejo.
La empresa canadiense que hizo el estudio planteó nueve mil cuartos en Holbox y 12 mil llaves para Chiquilá, datos que ignoró la Conanp al publicar su plan de manejo.
Respecto a qué es lo que tienen permitido hacer y no hacer dentro de la zona, dice que el Plan de Manejo ni siquiera los tiene contemplados.
“Nos dicen que la posibilidad está abierta, pero ¿abierta a qué? Yo tengo que ver un número, algo que me garantice, porque Holbox sí tiene un número, creo 0.8 de densidad. Nosotros no tenemos un número y seguimos en stand by”, argumentó.
DECRETO DE ESCRITORIO
El líder ejidal criticó a la administración federal anterior.
“Este señor Peña Nieto hace un decreto de escritorio; lo hacen firmar un decreto de escritorio, donde yo tengo entendido, porque así es la normatividad de una reserva, que tendrían que tomarse primero en cuenta a los dueños de la tierra y ver la factibilidad para crear en la zona y ver qué hay en el entorno, porque puede haber beneficios, pero también perjuicios”, externa.
En su opinión todo se hizo de forma ficticia.
Dice que les enoja esta actitud “gandalla” de la Conamp. Y es que encima de esto, les han pedido que les muestren toda la documentación generada desde 1994, que incluye supuestos talleres llevados a cabo en la zona y asambleas, pero la respuesta ha sido nula.
“Donde nunca entregaron nada es porque no lo tienen; todo fue de boca y de escritorio”, mencionó.
Dice que tienen programada una reunión para el 17 de enero. Solo esperan que la postura de la Conanp sea otra. Además, menciona que hay varios amparos tramitados contra el plan de manejo. Sin confirmar el número exacto dice que hay entre ocho y 16.
No quieren conflictos sociales, pero si no hay acuerdos creen que la situación podría terminar en eso. “De que la gente quiere explotar, quiere explotar”.
DESARROLLO SUSTENTABLE
Sobre qué esperan con este nuevo gobierno federal los 294 ejidatarios, se dicen optimistas, pues luego de escuchar lo que el ahora presidente dijo en campaña, de que el pueblo es el que manda, “en este caso, el ejido es el que manda”.
“Queremos un desarrollo, no queremos hacer las cosas a la ligera ni hacer de esas tierras algo inhóspito el día de mañana, como está Holbox o Cancún; queremos un desarrollo sustentable y que se garantice la conservación ambiental”, señala.
De acuerdo con los estudios e información disponibles, Loeza Rivas considera que la densidad ideal debería ser de cinco por ciento.
Propone que incluso si se zonifican las áreas se puede saber con certeza dónde se puede desarrollar, qué sitios se deben preservar o dónde hay mangle.
“Que todos nos beneficiemos; en estos 24 años el ejido no ha recibido ningún beneficio, pero la Conanp sí ha cobrado esos beneficios que vienen a través de fundaciones extranjeras, nacionales y otras; ¿dónde están esos recursos? Los dueños de la tierra no hemos sido beneficiados”, aclara.
