Tulum.- De concretarse la venta de los terrenos aledaños a las lagunas “Ka’an Luum” (Tierra Amarrilla) y “La Unión” por parte de las autoridades del “Ejido Tulum”, se rompería con el equilibrio ecológico, pues esta área fue declarada protegida; además se pretende cambiar la densidad y ejecutar desarrollos turísticos exclusivos en esta zona, según opina la bióloga especialista en Ecología, Rebeca León Castro.
Pero no solo es el cuerpo de agua lagunar el que está en riesgo, sino los cenotes que se encuentran alrededor de ambas lagunas, que conectan con el Gran Acuífero Maya, que de por sí, según el biólogo Ballona sufre contaminación por la filtración de las aguas no tratadas por actividades antropogénicas.
Los ejidatarios inconformes, que no avalan la venta de los terrenos colindantes con las lagunas, señalan que uno de los manipuladores para estar arbitrariedad en el Ejido Tulum, es el dignatario maya Nicasio Canché Catzín, quien es incondicional del regidor priísta en el Cabildo de Tulum, Marciano Dzul Caamal”.
Y esto, a pesar de que las tierras colindantes a la laguna Kaan Luum son parte de una reserva ecológica incluida en el Programa de Ordenamiento Ecológico Local, el operador político de Marciano Dzul Caamal, Farid Josué Cauich Ramírez, a través de la empresa “Azul Grand Caribe Realtors”, quienes en el pasado comercializaron más de 100 lotes de calles, áreas verdes, transgrediendo todas las normativas ambientales y urbanísticas.
El presidente del Colegio de Ingenieros y Arquitectos del municipio, Manuel Antonio Aznar explicó que existe un problema en Tulum, donde venden lotes colindantes a la laguna Ka’an Luum, tierras del ejido Tulum, del cual de cinco hectáreas están sacando alrededor de 125 lotes, aunque nada más podría ocupar el 5% de superficie para viviendas, al ser un área de preservación y conservación, dicen contar con certificados parcelarios.
EXPLOTA EJIDO TULUM LAGUNA KA’AN LUUM
En un recorrido realizado por este medio de comunicación, se investigó que el negocio de ecoturismo es administrado por el Ejido Tulum, se observó que la entrada a la Laguna Ka’an Luum es de sascab, con gran cantidad de vegetación; ya en la entrada, hay un estacionamiento como para 100 autos. El cobro es de 50 pesos por persona, a quienes les colocan un brazalete; se estima que este año ingresaron por ese concepto 1 millón 325 mil pesos.
En la laguna existe gran cantidad de mangle, un muelle de madera que necesita reparación y una construcción que sirve como comedor que manifiesta la falta de mantenimiento del lugar. En caso de llevarse a cabo el desarrollo inmobiliario, la velocidad de este crecimiento golpeará fuerte a la sociedad maya, a su patrimonio histórico, cultural y ambiental; por lo que se hacen urgentes acciones que detengan y reviertan esta situación.
El ingeniero Josué Cortazar May explica que ante esta perspectiva del desarrollo local, parece evidente que un Tulum sostenible sólo se alcanzará revirtiendo la inercia desarrollista, y fortalecer un modelo turístico propio, enfocado al ecoturismo, al turismo cultural y rural, diferente al que se ha venido impulsando en el estado.
Hay que considerar además que al tener una densidad cero esa zona, se hizo con el objetivo de evitar la contaminación del acuífero por aguas residuales sin tratamiento o con tratamiento incompleto; no permitir la destrucción de los humedales y proteger la flora y la fauna endémica del lugar.
“Resulta fundamental que en los criterios de planeación del desarrollo se incorporen seria y decididamente criterios ambientales y que, además se observen las leyes ambientales. No es posible seguir creciendo bajo este modelo de inmobiliarias, ya que su costo ambiental y social es insostenible y sólo conducirá a la degradación del destino y al colapso de la principal actividad económica del municipio”.
Argumenta que no es posible que cada nuevo negocio, cada nuevo cuarto hotelero contribuya a más devastación ambiental y más desigualdad social.
PIDEN SALVAR A TULUM
Del 31 de marzo y 1 de abril del 2011 se llevó a cabo Primer Congreso Internacional sobre Turismo Sostenible Riviera Maya y el Foro Tulum Ciudad de la Cultura y el Conocimiento, donde se llegó a la conclusión de la importancia de proteger el medio ambiente en la zona.
En este acuerdo se declara que, “queremos construir un destino que se distinga por su estilo y calidad de vida, basado en un concepto de baja densidad y alta rentabilidad económica, que promueva la salud y el bienestar integral del ser humano, haciendo hincapié de la manera importante en promover la salud integral del ser humano, en el que habitantes y visitantes desarrollen y alimenten el cuerpo, la mente y el espíritu…”
Lógicamente al tener un desarrollo sobre cenotes y aledaños a la laguna, la contaminación por desechos humanos y aguas negras es evidente.
Los “embajadores de Tulum” se comprometen y harán cumplir la “revisión, análisis e implementación y cumplimiento de los instrumentos de gestión ambiental necesarios; promoviendo los planes, programas y reglamentos que satisfagan el desarrollo de un Tulum ordenado, que garanticen la rentabilidad, la competitividad y la plusvalía de la zona, logrando hacer uno de los destinos más exitosos y mejor planeados del mundo”.
Los firmantes de tal declaración son, el entonces gobernador Roberto Borge Angulo (2011-2016), la presidente municipal, Edith Mendoza Pino; los empresarios Rodolfo Rosas Moya y Emilio Heredia Lima; además de la senadora Ludivina Menchaca Castellanos y el diputado local Juan Carlos Pereyra Escudero.
Por eso es que los comuneros del “Ejido Tulum” que están en desacuerdo, hacen un llamado a las autoridades federales que encabeza el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador; las estatales, a cargo de Carlos Joaquín González y las municipales, que encabeza Víctor Mas Tah para que tomen cartas en el asunto y no permitan la devastación de la selva, la destrucción de los manglares y el deterioro del área natural protegida alrededor de las lagunas Ka’an Lumm y La Unión.