Entre gritos de “¡sí se puede, Guatemala!”, más de 3 mil personas que integran la caravana migrante rompieron el cerco de policías guatemaltecos que resguardaban el puente fronterizo y comenzaron a entrar a México a la fuerza.
Los migrantes superaron una barrera de decenas de policías antidisturbios y militares que se apostaron con vehículos blindados en la localidad de Tecún Umán, Guatemala. También lograron abrir y doblar una valla metálica, que impedía el paso hacia la frontera, y entrar corriendo hacia Tapachula, Chiapas.
Migrantes comenzaron a corear consignas de “¡Sí se puede!”, y se abalanzaron con mujeres y niños al frente contra una veintena de policías que formaban un cordón de seguridad.
“La policía no violentará a una mujer ni un niño, pero (el uso de la fuerza) lo estamos valorando, lo que hay es un rompimiento de acuerdos”, dijo en entrevista con Milenio Televisión.
Luego de que los miles de migrantes rompieron el cerco y comenzaron a ingresar a México por la fuerza y con violencia, Navarrete Prida pidió volver al diálogo. Señaló que lo único que se había pedido a los migrantes era su entrada con orden.
Aseguró que no se utilizará la violencia “contra una población que es vulnerable”, sin embargo se buscará que se respete la ley mexicana.
El contingente se quedó detenido en el puente internacional que une la ciudad de Tecún Umán, Guatemala, con Tapachula, Chiapas. Autoridades mexicanas informan a los migrantes a través de altavoces que el ingreso a México será ordenado, privilegiando a mujeres y menores.