No importa todos los discursos que el peñanietismo nos mete a los mexicanos vía spots publicitarios en las cadenas de televisión. No importa las cifras que nos da. Que los economistas del Sistema digan que México Avanza.
La realidad y las cifras que da el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), ubican a los discursos en su mera realidad: Demagogia.
La inflación, ese proceso económico provocado por el desequilibrio existente entre la producción y la demanda; ese proceso que causa una subida continuada de los precios de la mayor parte de los productos y servicios, y una pérdida del valor del dinero para poder adquirirlos o hacer uso de ellos, es cosa diaria en nuestros días.
El índice nacional de precios al consumidor registró un alza mensual de 0.32 por ciento, con lo que la tasa de inflación anual se ubicó en 5.04 por ciento.
Así podemos saber que los productos que más subieron de precio fueron el limón (47.40 por ciento), el jitomate (25.63 por ciento) y los servicios turísticos en paquete (11.29 por ciento). En contraste, los que más bajaron fueron el chayote (-29.35 por ciento), los nopales (-27.32 por ciento) y la calabacita (-13.72 por ciento).
Por lo tanto, el índice de precios subyacente, que elimina del cálculo los bienes y servicios con precios más volátiles, subió 0.33 por ciento mensual y 4.02 por ciento anual en marzo. A su interior, los precios de las mercancías se incrementaron 0.25 por ciento y los de los servicios 0.40 por ciento frente al mes anterior.
Mientras que el índice de precios no subyacente presentó un alza mensual de 0.30 por ciento y una anual de 8.03 por ciento; los precios de los agropecuarios aumentaron 0.38 por ciento y los de los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno subieron 0.26 por ciento.