Por Raúl Caraveo
Milenio televisión presentó al candidato Andrés Manuel López Obrador durante 90 minutos en una especie de entrevista-debate con o contra; Carlos Marín, Jesús Silva Herzog Márquez, Héctor Aguilar Camín, Juan Pablo Becerra, Carlos Puig y Azucena Uresti.
Mediáticamente es un éxito, comercialmente igual es un éxito, atribuible a Carlos Marín, ni hablar. No es fácil que el candidato con cuarenta y tantos puntos de ventaja, (seguido de dos segundos candidatos contendientes a más de 15 puntos) acceda a tan pantanoso terreno de discusión y debate.
Si los éxitos comerciales y profesionales de periodismo corresponden a Milenio y abren el debate colocándose como un medio líder en comunicación; el éxito político –en temporada de campañas- corresponde a López Obrador sin duda.
Durante la entrevista informal el trato que recibió en virtud de las preguntas fue de Jefe de Estado, es decir las preguntas eran directas sobre lo que piensa hacer o hará en tal o cual tema, en el atropellado ir y venir de los periodistas se sentía el ambiente a que ya es virtualmente un Presidente Electo, obviamente sin aún serlo. La actitud serena y moderada que mostro AMLO contrastó con la actuación del más radical y enardecido de los periodistas Carlos Marín, quienes lo conocemos sabemos que es un poco exagerado, espectacular para cuando trata de demostrar su manejo de un tema que no maneja, lo que pone en un dilema a sus entrevistados, puede dejarlos en ridículo, puede ponerlos en vergüenza o apenarlos, o todo junto, él es director general editorial de Grupo Milenio y es complejo para un invitado querer ubicarlo o no estar de acuerdo con él.
En el caso de AMLO no fue así, Carlos Marín encontró la horma de su zapato, tuvo que aguantar desplantes, silencios y rechazo a sus juicios a priori que Marín quería dar por sentado.
Cada aseveración, juicio o sentencia de López Obrador es muy interesante por el campo de influencia sin embargo los temas que a veinticuatro horas han sido más relevantes para la gran clase política son; revisión de contratos de la Reforma Energética; y revisión de contratos de la construcción del nuevo aeropuerto internacional, principalmente estos dos rubros han acaparado la respuesta del Presidente Enrique Peña Nieto y del Secretario de Comunicaciones y Transportes Gerardo Ruiz Esparza, quienes de forma indirecta se refieren a los planteamientos de López Obrador.
Milenio y AMLO abren la agenda y ponen los temas con cinco influyentes periodistas, escritores e intelectuales. El material apenas se empieza a reproducir, algunos cibernautas han subido minutos de la entrevista; les recomiendo verla completamente de inicio a fin, no tiene desperdicio; no se detenga a distraerse en las pantomimas de Carlos Marín, no; lo más importante es el conjunto en si mismo de la entrevista, las preguntas más inteligentes estuvieron en el siguiente orden; Jesús Silva, Aguilar Camín, Carlos Puig, Juan Pablo Becerra; aunque el papel de Marín y Azucena marco pausas importantes.
Vuelvo a la recomendación, véala y enfoque su atención en las respuestas, encuentre el sentido de la conversación más allá del lenguaje verbal; si bien las palabras son muy importantes, la actitud y reacción a las sentencias e increpaciones lo son también, el tipo y forma de respuesta valen mucho, el ejercicio de tolerancia y serenidad también. Luego de una atenta lectura ¿cuál es el sabor del mensaje que siente?
Los temas que se abren para la agenda nacional ubican muy por debajo a los otros candidatos y los convierte en solo movimientos de reacción y respuesta. No obstante exista poca difusión en medios tradicionales de información, la radio y la televisión solo reaccionan de manera indirecta, sesgada; el impacto que traerá la entrevista-debate apenas inicia, es el evento más importante de la semana que termina y su efecto va a permear durante este lapso previo siete días a el inicio formal de las campañas.
Una vez más serán las redes sociales de Facebook o twitter que impulsarán la difusión y el debate de las ideas y posicionamientos de López Obrador, que las formas tradicionales de información regatean, editan, esconden, mal interpretan. Hoy un somero monitoreo de medios nos atrae por la virulencia que dos personajes de la radio; Fernanda Familiar y Eduardo Ruiz Healy pueden llegar a externar; ambos personajes no entienden que ya tenemos un nuevo país, México es otro. No pueden comprender que esa guerra de desinformación, esa manera de manipular a sus audiencias son precisamente las formas que abonan a favor de la campaña de Andrés Manuel.
Espero que el mayor número de ciudadanos pueda ver la totalidad de la entrevista-debate, para que así podamos entrar en alguna controversia, aún es muy temprano para entrar en juicios de valor, pero las respuestas de equipos nerviosos y desesperados los hace caer en tropiezos.
Al ver el programa de Milenio en esa transmisión me surgió una pregunta que compartí en twitter; ¿Cuántos puntos en encuestas le traerá a López Obrador como resultado de ésta entrevista-debate?
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Por Raúl Caraveo Toledo @raulcaraveo