“Los Sharps vivieron intensamente la vida”: Beth Fry, abuela y madre de la familia
La tragedia de la familia Sharp ha conmocionado al poblado de Creston en Iowa, EEUU y a la comunidad de Akumal y de Tulum. La noticia corrió como polvora: Los Sharps fueron hallados muertos en su condominio cerca de Akumal. Así lo informaron desde temprano las autoridades mexicanas. El Fiscal Miguel Ángel Pech informó que los cuatros integrantes de la familia no tenían ninguna señal de violencia. La investigación se dirige entonces a las hipótesis de intoxicación por alimentos o gases.
Pero ¿Quiénes eran los Sharps? La periodista Kyle Munson del portal Des Moines Register hace una crónica de esta familia y de los dolientes parientes. Pedro Canché Noticias reproduce integro el texto:
CRESTON, Ia. – El único lugar aquí lo suficientemente grande como para contener la conmoción y la pena que envuelve a esta ciudad será tal vez en el gimnasio de Southwestern Community College.
Allí es donde los dolientes se reunirán para el funeral de una familia de cuatro integrantes: los padres, Kevin y Amy Sharp y sus hijos, Sterling y Adrianna, quienes desaparecieron durante sus vacaciones de primavera mexicanas y fueron encontrados muertos este viernes en su condominio un complejo en Akumal.
No hay sospecha de un asesinato, pero eso no ha aliviado el dolor de familiares, amigos y vecinos. Los familiares de Amy se reunió en una fría tarde de viernes en la casa de Beth Fry, madre de Amy.
“La vida no va a ser lo mismo sin ella”, dijo Fry, abrumada por el dolor mientras permanecía de pie bajo el fuerte viento. “La mitad de mi familia se fue”.
Doña Fry recuperó la compostura. “Nosotros estamos determinados a recuperarnos. Tenemos amor, apoyo, familia y amigos, y superaremos esto. De una forma u otra, lo haremos”.
Acompañada de su hija mayor, Renee Hoyt. La prima de Amy, Jana Weland, doña Fry estaba de pie junto a ellas. Otros parientes daban vueltas en el garaje, bebiendo cervezas, adormecidos por el dolor, compartiendo recuerdos graciosos e intentando animarse unos a otros.
“Esto es tan surrealista”, dijeron, como si estuvieran viendo algún drama televisivo de crímenes en lugar de sus propias vidas, mientras amigos y familiares caminaban con bolsas de plástico colgando llenas de comida donada y otros artículos.
Kevin trabajaba como vendedor distribuidor de la empresa familiar de cerveza, Southwest Distributing Co.
Amy trabajaba desde casa como especialista en reclamos dentales para Principal Financial en Des Moines.
La pequeña de la familia, Adrianna de 7 años, “era nuestra estilista de moda”, dijo su tía, Hoyt. “Nuestra pequeña diva”, agregó su abuela, Fry.
El niño, Sterling, de 12 años, era más tranquilo. Pero él era un ávido atleta y deportista: practicaba béisbol, natación, pesca, caza, etc.
“Su padre y él son un equipo”, dijo Fry, deslizándose al tiempo presente.
SWiCC era una pasión para ellos
Los Sharps, fueron alumnos en Southwestern, fueron dos de los fanáticos más grandes de “Espartanos” en la ciudad. Dieron la bienvenida a los jugadores de baloncesto en su casa para la cena de Navidad y otras fiestas.
Mientras el entrenador de básquetbol de los “Espartanos”, Todd Lorensen, se preparaba para jugar esa noche en Danville, Illinois, compitiendo en los playoffs del campeonato de la División II de NJCAA, su mente se desvió hacia los Sharps.
“Los considero como mis amigos”, le envió un mensaje a la familia. “Debían estar aquí mirándonos jugar. Esta familia es una parte instrumental de nuestra familia Southwestern, y todos lamentamos su pérdida”, decían parte de sus mensajes.
Los Sharps también eran fanáticos en serio de los Iowa Hawkeyes.
Amaban casi todos los deportes imaginables.
“Viajaron seis días si era necesario para llevar a los niños a disfrutar los deportes”, dijo Hoyt. “Vivieron la vida en esa línea, intensamente, déjame decirte”, dijo Fry, logrando una sonrisa.
Este habría sido el segundo viaje anual de la familia a Danville para animar a los “Espartanos”.
Fue su ausencia durante el fin de semana lo que convirtió la creciente preocupación en Creston en pánico, desencadenando la intensa búsqueda del jueves por la noche a través del Departamento de Estado de EE. UU.
Esta tragedia afecta a casi todo Creston.
“¿Alguna vez has visto los árboles genealógicos que las ramas van por todos lados?”, dijo Hoyt, agitando sus manos sobre ella para ilustrar.
Así ha sido con los Frys, los Sharps y los Baileys aquí. De esa manera, esta familia representa una pérdida para “la mayoría de la comunidad, de una forma u otra”, dijo Fry.
Hoyt no solo era la hermana de Amy, sino que también era una compañera de escuela secundaria de Kevin. Y su esposo, Glen, fue quien lo ayudó a ganar el Racing Bug.
Kevin realizó una gira con el equipo de mecánicos carreras de Glen para el stock cars en la pista de tierra en Corning.
La familia pensó que no había forma de que Kevin lograra ser corredor de autos de carreras. Él era un hombre de negocios. No un hombre de autos. “Ni siquiera sabría que es una llave inglesa”, rio Hoyt.
Pero Kevin se puso detrás del volante, lo amó y ganó trofeos como corredor. Entregó los trofeos de su compañía distribuidora a los ganadores, que resultaron ser los trofeos más codiciados.
Kevin no iba a correr más de un par de veces este año debido a la devoción de la familia por el béisbol y otros deportes.
Kevin y Amy habían estado casados por más de 16 años. Se casaron en Las Vegas.
Se conocieron cuando Kevin comenzó a dar vueltas por la casa Fry para los juegos de voleibol que se organizaban en el patio trasero los domingos por la tarde. Luego acompañó a la familia a un viaje de Fry a un juego de los Cardenales en St. Louis.
Lo que se había planeado como unas modestas vacaciones familiares se convirtió en un estridente viaje por carretera con una camioneta de alquiler llena de amigos invitados de Amy, incluido Kevin.
“Cargamos (la furgoneta) y pasamos el mejor momento de nuestra vida”, dijo Fry. “Ella y Kevin se hicieron novios al poco tiempo después de ese fin de semana”.
Al límite, así es como vivía la familia
Sterling y Adrianna ni siquiera sabían que iban a ir a México hasta que llegaron al aeropuerto y subieron al avión, un ejemplo más del sentido de aventura de la familia.
Pero ahora, el viaje se ha convertido en un regreso sombrío. Hace exactamente un mes antes fue el cumpleaños número 39 de Amy.
El hermanastro de Amy que trabaja en la Marina viene desde Virginia Beach. Los padres de Kevin también también estaban de vacaciones, pero ya vienen de regreso.
Powers Funeral Home está haciendo los arreglos para el funeral la semana que viene en Southwestern.
El viernes por la noche, el equipo de baloncesto de Southwestern jugó en honor a los Sharps.
Las sillas en las primeras filas quedaron vacías y cubiertas con las camisetas de la escuela donde fueron los Sharps, y todos guardaron un momento de silencio, recordándoles a todos los fanáticos más grandes de los “Espartanos” que los Sharps no estarían allí para animar a su equipo favorito.