La entrevista colectiva de periodistas de Milenio Televisión a Andrés Manuel López Obrador ha generado una serie de reacciones en la mundo de la política. Y es que Amlo es quien impone la agenda nacional en todos los sentidos.
Durante la entrevista el puntero en las encuestas, candidato de la coalición Juntos haremos el Cambio, se pronunció por revisar los contratos de la Reforma Energética, uno de los símbolos del sexenio de Peña Nieto: “Si no es buena para los intereses de la nación, aunque nos lleve tiempo, cancelaremos los contratos de forma legal, aunque me lleve todo el sexenio”, dijo López Obrador.
El presidente Enrique Peña Nieto había prometido que no se metería en el proceso electoral, que sería un presidente que se mantendría al margen. Dio su palabra como mandatario la que rompió un día después.
Durante la inauguración del Centro de Tecnologías para Aguas Profundas en Veracruz, el mandatario reconoció que la puesta en marcha de dicha reforma lleva tiempo, pero que de cancelarse se pondrían en riesgo 800 mil empleos, se perderían inversiones de al menos 200 mil millones de dólares y se dejaría de ejercer recursos en infraestructura, educación y salud.
“Quienes de manera fácil convocan a dar marcha atrás a la Reforma Energética francamente sería condenar a que nuestro país regrese a un modelo caduco, a un modelo obsoleto, a un modelo que ya no funciona en ninguna otra parte del mundo”, dijo.
Destacó que el gobierno federal defiende dicha reforma de manera entregada y apasionada, debido al importante beneficio que empieza a tener y tendrá en los próximos años en beneficio de la sociedad mexicana.
“Cancelar a la Reforma Energética es condenar a la desaparición de las inversiones que hoy demandan certeza, se han comprometido ya inversiones hacía los próximos años del orden de 200 mil millones de dólares”, apuntó.
Por lo que cancelar la reforma energética, agregó, “sería exigirle a los mexicanos que tuvieran que pagar los préstamos que el Gobierno y Pemex adquiriera y eventualmente con posibilidad de éxito o no en esa exploración, por lo que los mexicanos queremos crecer en otros campos”.
Seguridad, otra piedra en el zapato de Peña Nieto
En la entrevista de Milenio con López Obrador, el candidato se comprometió a bajar del 30 al 50 por ciento la incidencia delictiva como “lo hizo” cuando gobernó la Ciudad de México.
Nuevamente, el presidente de México, rompiendo su promesa y su palabra, mete sus narices en la contienda electoral. “Hay quienes afirman que la violencia no se combate con violencia, es claro que confunden violencia con el uso legítimo de la fuerza para defender a una población inerme ante un agresor que no entiende razones y menos de leyes. Sería ingenuo y negligente creer que con buenos deseos se puede detener a los criminales”, afirmó el mandatario.
Durante la entrega de menciones honoríficas a las Unidades del Ejército, Fuerza Aérea y Armada de México, Peña Nieto subrayó que las fuerzas armadas y el gobierno no cederán ante quienes amenazan la seguridad de las familias mexicanas.
Por lo que “no bajaremos la guardia frente a quienes atentan contra la seguridad de la familias, y en esta elevada misión, México cuenta con la lealtad y el patriotismo sin reservas de nuestros soldados, pilotos y marinos”, apuntó.
El jefe del Ejecutivo recordó que la inseguridad que se vive en diversas zonas del país ha puesto en evidencia la debilidad institucional de sus policías locales y que por ello el gobierno de la República respondió sin titubeos a ese llamado “y por eso mantendrá la presencia de nuestras fuerzas armadas en donde se requiera y por el tiempo que sea necesario”.
Peña Nieto también le respondió a Amlo señalando que los titulares de la Sedena y la Marina han señalado que no pidieron salir a las calles a combatir al crimen organizado, sino que “fueron los gobiernos locales y la población afectada quienes recibieron el apoyo del Ejército, la fuerza Aérea y la armada para recuperar la paz y el orden en sus comunidades”.