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2018 arranca mal en materia laboral para los mexicanos. El INEGI da a conocer que este enero la tasa de desempleo se ubicó en 3.4 por ciento de la población económicamente activa a nivel nacional. Mientras tanto la tasa de informalidad laboral –relativa a los empleos que no ofrecen algún tipo de seguridad social– tuvo un retroceso mensual de 0.2 puntos, con lo que se ubicó en 56.6 por ciento de la población ocupada.
El INEGI también reveló que el 78.6 por ciento de la población desempleada en enero contaba con estudios superiores a secundaria.
De igual forma, 4.8 por ciento se desempeña en los negocios o en las parcelas familiares, contribuyendo de manera directa a los procesos productivos pero sin un acuerdo de remuneración monetaria, y un 4.7 por ciento son patrones o empleadores.
Los estados con mayores tasas de desocupación en enero pasado son Tabasco, con 7.5 por ciento; Estado de México, con 4.4 por ciento, así como Ciudad de México y Querétaro, con 4.0 por ciento cada una. Mientras que los estados con menores tasas de desempleados se ubican los estados de Quintana Roo, Guerrero, Oaxaca, Yucatán, Morelos y Michoacán, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE).
Quintana Roo, una historia distinta
Quintana Roo ocupó el primer lugar en generación de empleos en 2017, con el 10.5% duplicando la media nacional de 4.5%, según las cifras que dio a conocer el Instituto Mexicano del Seguro Social durante el evento “Fortalecimiento del Empleo”.
El INEGI ubica a Quintana Roo como un estado proveedor de empleo a su población. No sólo el INEGI, también la cifra se puede corroborar en el portal México ¿cómo vamos?, en el apartado de los semáforos económicos: “En el tercer trimestre de 2017, Quintana Roo registró 41 mil 194 empleos formales generados acumulados”.
En Quintana Roo se cuenta una historia distinta, pues el crecimiento significativo en fuentes de empleo formal se traduce en mejores oportunidades para las familias.
Mientras que a nivel nacional, en materia de empleo, de la población ocupada, el 68.8 por ciento opera como trabajador subordinado y remunerado ocupando una plaza o puesto de trabajo, mientras que 21.6 por ciento trabaja de manera independiente o por su cuenta sin contratar empleados.
