Según Investigación de María de Jesús Peters, El Universal
Por miedo a ser asesinados por un grupo armado, una comunidad indígena Tzotzil que pertenece al municipio de San Pedro Chenalhó, se está internando en la zona montañosa, para evitar ser muertos por las balas de alto calibre, con la finalidad se despojarlos de sus tierras. Muchos de ellos se encuentran enfermos, mayores de edad, niños, hombre y mujeres.
En la zona montañosa está asentada la comunidad de Chalchihuitán, los más de 20 mil habitantes vivían de sus cultivos de café, maíz y frijol, antes de ser amenazados y alejados de sus viviendas.
Relata María Pérez Hernández que el pasado 18 de octubre, llegaron hasta la parcela hombres fuertemente armados, y ultimaron a Samuel Luna Girón de 8 disparos, mientras María y otro acompañante lograron escapar y dar aviso a los demás personas para que se desplazaran a la montaña.
Otra integrante de la comunidad describe llorando, como escapaban con solo con la ropa que traían puesta mientras eran despojados por el grupo armado de sus casas, quemándolas y robándoles sus pertenencias como pollos y puercos.
Desde esa fecha, 5 mil 23 personas de 9 comunidades distintas sobreviven en las peores condiciones, sin alimentos, ropa abrigadora dado que soportan frío de hasta tres grados por las noche.
Un chamán de estas comunidades se concentra en tratar de aliviar la fiebre, dolor de estómago y tos de los niños con una mezcla de hierbas y agua con la que humedece la cabeza del paciente y se las da de beber.
Mientras un anciano se desvanece con un dolor en el pecho, mientras el curandero le aplica un masaje sobre el corazón.
La madre de un niño llamado Miramón de apenas 2 meses, trata de ahogar el llanto del menor para que los paramilitares no los descubran.
El niño llora por dolores en el estómago, cuenta la madre a través de un traductor, asegura que se encuentra desesperada ya que no hay médicos que lo atiendan.
Otra joven madre relata que tienen que taparles la boca a los infantes cuando lloran para no delatar su posición. “Las mamás sufren por sus hijos enfermos que lloran de dolor y no hay medicinas para curarlos. Queremos paz y tranquilidad”, exclamó.
Menciona que cuando bajan a sus casas para hacer de comer, el humo del fogón los delata, y los hombres armados aprovechan para dispararles, y tienen que huir del lugar.
“Ayuda, nuestras familias están enfermas y sufriendo, se están muriendo en el monte como animales”, exclama la joven.
La imagen común es ver niños, jóvenes y ancianos durmiendo en el suelo cubiertos con ropa y rebozos en mal estado. A su vez madres tratando de arrullar a los bebés recargadas sobre los árboles.
Los adultos se aguantan el hambre, mientras los más jóvenes se alimentan de cítricos y agua de masa, los niños toman café, tortillas duras y frijoles.
Mientras se hacia este reporte, se da la alerta de dejar el lugar, pues se informa que los hombres armados han llegado al territorio de Chalchihuitán y es posible un ataque. Según los paramilitares ha cerrado el camino principal hacia San Cristóbal de las Casas, y la única forma es rodear por el camino a Simojovel para llegar a San Cristóbal.
De esta manera este grupo armado aterroriza y provoca a las comunidades, donde han cortado la corriente eléctrica. Por ello estas poblaciones tienen que refugiarse en la selva desde donde piden ayuda.
De manera extraoficial acusan a la Alcaldesa Rosa Pérez de ser quien compra armas y cartuchos al grupo armado.