Wilberth Esquivel
Estaba yo comiéndome unos tacos de chile relleno por el Candelario Lira, de pronto paro una Suburban blanca y pensé: ya valió, hasta aquí llegue…
De pronto se bajó Juan Vergara y me dijo: yo invito…platicamos un buen rato mientras disfrutábamos los tacos más ricos de Cancún.
Al final, preguntó a la señora !cuanto es? Le dijo la señora: 130 pesos.
Me dijo: Tienes 500 pesos?, jajajaj le dije, no me dijiste que tu invitabas? Si, me dijo, pero préstame 500 pesos. Se los di y se los dio a la Señora, que estalló en lágrimas de agradecimiento, mirando al cielo y llenándonos de bendiciones. Luego me dijo Juan, vente conmigo, íbamos ambos a la UniCaribe, mi carro se lo llevó mi acompañante.
Platicamos amistosos y dentro de la
Suburban le pidió los 500 a su chofer y saco de la guantera el billete y me lo dio. Le pregunté, oye Secretario !por qué le diste los 500 a la señora?…
Me dijo, soy un hombre rico y afortunado, muchas de las cosas que emprendo me salen bien y estoy agradecido con lo que tengo, pero hace muchos años vendía gallinas en el mercado, con mi mama que cuando daban las 2-3 pm se desesperaba por vender y comenzaba a rematar a menor precio nuestras gallinas.
Y una vez llego un hombre rico y le dijo a mi mama, señora, no le quite valor a sus pertenencias, sus gallinas no valen 100 pesos, tenga 500 que es lo que valen…mi madre miro al cielo, lagrimando, agradecida, igual que la señora…
Y me dijo Juan Vergara, eso Willy, fue lo que cambio mi vida y me mostró el camino para ser con el paso de muchos años, un hombre rico…