Encubridores de un sistema que se fue al pozo insisten en resucitar la Ley Borge de periodistas que la CNDH impugnó y la Suprema Corte nulificó varios de sus apartados por considerarlos violatorios de la libertad de expresión.
Es la añoranza de los reporteros del sur que se ponen al servicio de cada gobernante en turno cubriéndoles la espalda.
Hoy lo hacen de nuevo fiel a sus usos y costumbres. En la gráfica el gurú de este desgastado gremio, Javier Chávez reclamando al Congreso la ley de marras, con sello a tufo borgista y la complicidad y padrinazgo que le dieron.