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Por Pedro Canché
Cancún.- Felipe Calderón Hinojosa quedó como un verdadero delincuente al encarcelar a Greg Sánchez, desmenuza el libro de Greg Sánchez Martinez, ex alcalde de Cancún, a quien el ex presidente truncó su carrera política y favoreció al PRI quitando del PRD un candidato ganón y saliendo victorioso así Roberto Borge Angulo.
Con el sello de Proceso y los comentarios del periodista especializado en narcotráfico, Ricardo Ravelo y del poeta Javier Sicilia, sale a la venta este primero de Noviembre.
«Editorial Proceso tiene el honor de invitarle a la presentación del libro «Injusticia Protegida» (la verdadera historia del caso Greg) el Miércoles 1 de Noviembre en el auditorio principal de la Universidad del Sur Avenida Uxmal 15 SM 24, a las 10 AM. Favor de confirmar su asistencia a los teléfonos: 998-253-6082 y 254- 5653″, reza la invitación que distribuye el ahora dirigente del Partido de Encuentro Social y Regidor de Cancún.
Y viene con sorpresas: «En este libro conocerás quienes fueron los corruptos de los tres niveles de gobierno: municipal, estatal y federal que utilizaron la procuración de justicia para fabricar las pruebas falsas de las que Greg fue exonerado».
Con la autorización de Gregorio Sánchez Martínez reproducimos una página del libro y la contra portada firmado por el famoso periodista especializado en narcotráfico, Ricardo Ravelo y del activista Javier Sicilia.
«Cancún en mayo de 2010. Su defensa se puso a trabajar para echar abajo las mentiras fabricadas por la PGR en complicidad con su ejército de testigos. Contra él declararon Zejed, Orión, Lucero y Emiliano. Luego se sumaron Pitufo y Jeniffer, junto a otros. Entre otros armaron una novela de ficción plagada de inconsistencias. Los testigos daban cuenta de hechos y lugares como si hubieran pasado por todos los cárteles de la droga en poco tiempo.
Los abogados de Greg realizaron un análisis detallado de esas declaraciones testimoniales y encontraron que carecían de firma y que las huellas eran ilegibles. El expediente estaba armado sin que se hubieran cumplido siquiera las formalidades más elementales.
Greg Sánchez y sus abogados pudieron derrumbar toda la acusación y en un año y dos meses recobró su libertad, pero sólo por unos minutos: cuando salía del penal lo volvieron a detener. Nuevos testigos declaraban en su contra y por ello fue sometido a veinte días de arraigo. Según el mismo narra, se trataba de una venganza política de Calderón. Del relato integral se desprende una clara conclusión: que Felipe Calderón le hizo el favor al PRI para que el PRD no ganara la gubernatura, y así le despejaron el camino a Roberto Borge, quien seguramente agradeció de muchas maneras el favor del presidente.
A Greg Sánchez le fracturaron su vida política y personal en aquel fatídico episodio. Lo humillaron más allá de los límites posibles. Calderón, quien se ufanaba de haber llegado al poder por la vía democrática, emprendió una guerra contra el narcotráfico sin resultados claros y soterradamente utilizaba las herramientas de la procuración de justicia con fines políticos, como quedó acreditado en la historia de Greg Sánchez.
En este caso no queda ninguna duda de que Calderón actuó como un verdadero delincuente de Estado.
Si hay un presidente de México que haya utilizado su poder de manera perversa ese fue Felipe Calderón. Estruendosos fracasos como su Michoacanazo y su Operación Limpieza -concebidos para encarcelar a representantes populares y servidores públicos por presuntos nexos con el crimen organizado -quedaron registrados en la historia del país como algunos de los pasajes más bochornosos del uso político de la justicia .
El encarcelamiento hace siete años de Greg Sánchez, cuando se encontraba en plena campaña por la gubernatura de Quintana Roo, junto con la percusión judicial de su esposa, se inscribe en esa cadena de abusos. Sin embargo, como la mayor parte de los imputados, el controvertido empresario y político ha quedado prácticamente exonerado de todos los cargos que, afirma, le inventó al gobierno caldenorista».
«En el caso de la fabricación de delitos contra Greg Sánchez no queda ninguna duda de que Felipe Calderón actuó como un verdadero delincuente de Estado.
Ricardo Ravelo».
«Casi tan pronto como Greg Sánchez incursionó en la política se enfrentó al Leviatán de Hobbes, ese implacable monstruo del poder que no perdona ni la buena ni la mala fe de los hombres. El caso de Greg es uno entre millones de injusticias protegidas desde el putrefacto sistema político mexicano».
