newsLos locos cuando revientan al mundo lo hacen llevándose gente inocente. Stephen Paddock con fusiles automáticos acribilló a centenares de personas en el concierto de Country Route 91 en el hotel Mandala, de las Vegas, Nevada.
Lo hizo desde el piso 32 de su habitación con vista a la fiesta, a la multitud. La policía descubrió que tenía al menos 8 armas en su habitación de hotel.
Nadie duda que el ataque obra de un demente. Armas en manos de un demente es darle pólvora y cerillo a un niño.
El discurso de odio del terrateniente Carlos Mimenza, que usa datos falsos para difamar a cuanta persona o institución quiera, abre la interrogante si estamos viendo en Mimenza un Stephen Paddock en potencia quizá más mortífero.
El discurso antigobierno suele ser muy popular en el público y desde luego en las redes donde la identidad muchas veces está oculta y se crean una red de falsos usuarios para denostar, amenazar de muerte y difundir todo tipo de improperios. Ahí se siente como un pez Carlos Mimenza Novelo.
Javier Díaz Carvajal fue el encargado de recibir 50 millones de pesos para la campaña del hoy prófugo Mauricio Góngora Escalante, que a su vez entregó al coordinador de la fracasada campaña priista, el siniestro ex gobernador Félix González Canto.
Por eso el odio de Mimenza con los triunfadores. Ahora que ya le pisan los talones a Mauricio Góngora y Roberto Borge está a punto de ser extraditado y se habla de meter en la cárcel a Félix González porque los delitos de peculado no fenecen, explota el demente de Carlos Mimenza.
Cada vez que le va mal a sus amigos sale con cada barbaridad. Ahora con el montaje de un atentado y la amenaza de asesinar al gobernador.
Carlos Joaquín no puede tomar a la ligera esta amenaza. Debe dar parte a la Procuraduría General de la República (PGR) simplemente por su investidura.
Mimenza está enfermo de muerte. Sus ojos destellan odio, muerte y ambición. Al perder el PRI, perdió como su patrocinador. Quiso acercarse a Carlos Joaquín para trabajar «como le hacía con Borge». Lo mandaron a chiflar en la loma. De ahí el odio personalizado.
Tiene alrededor de 20 demandas en la Fiscalía General (FGE) de Justicia y la Procuraduría General de la República (PGR) y ni que decir de los juzgados civiles. El señor anda con alrededor de 12 amparos. Lo hay de todo. Amenazas a periodistas que no le favorecen, demandas por daños a la moral y acusaciones de lavado de dinero.
Sus planes de asesinar, integrar a los narcos a su equipo, sus «autodefensas», lo convierten en un asesino en potencia. Un asesino que destila veneno en cada uno de sus videos. No tiene argumentos. Solo palabras altisonates como el borracho de cantina de barrio.
La PGR investiga a Mimenza y en cualquier momento puede ser detenido por amenazas de muerte que vertió en Julio pasado y cuyas investigaciones apuntan si dudar, hacía el.
Mimenza es un Stephen Paddock en potencia.
