*Por justificar 40 mil pesos arriba del presupuesto regular mas las “regalías” por direccionar un servicio de transporte, ponen en riesgo a militantes.
AGENCIA SIM
Cancún.- El traslado de militantes del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) a la Ciudad de México, el pasado 3 de septiembre, para la firma del Acuerdo de Unidad Nacional, fue utilizado por la dirigencia “pro tempore” en Quintana Roo, como una oportunidad de lucro, “inflando” los presupuestos de traslados y escatimando en la contratación del transporte, lo que terminó con dos heridos y poniendo en riesgo la integridad física de quienes acudieron.
Seguidores de Morena que participaron en ese viaje acusaron al delegado José Luis Pech Várguez, y al coordinador del Distrito 1, quien estaba directamente encargado del traslado, de llevarlos en vans no aptos para viajes largos, rehusándose a pagar peajes, aunque luego presentaron costos muy superiores al Comité Ejecutivo Nacional, en contubernio con los otros coordinadores locales, Yensunni Martínez Hernández, Anahí González Hernández y Juan Ríos Balderrama, y el coordinador de finanzas, Gustavo Cach Pech.
Los militantes y simpatizantes de Morena partieron el viernes en la tarde. El plan fue hacerlos llegar el sábado, hospedarlos en algún modesto hotel, llevarlos al evento y finalizando éste, subirlos al transporte y llevarlos de regreso.
Así, el “coordinador general del viaje”, Omar Sánchez Cutis se encargó de contratar con una empresa denominada “Transportes Abreu”, principalmente, porque el dueño de esta transportadora, Javier Abreu, tiene una relación cercana con el representante de AMLO en el estado, Rafael Marín Mollinedo. En total, se contrataron cinco vanes marca Volkswagen Crafter, en los cuales acomodaron a un total de 100 personas, es decir, 20 en cada vehículo, a un costo de 38 mil pesos por vehículo, esto es, 190 mil pesos en total.
El primer reclamo de los usuarios fue que estos vehículos no están diseñados para viajes largos, menos aún para uno que, por haber usado las vías federales –es decir, sin casetas de cobro- por instrucciones del propio Sánchez Cutis, se prolongó por más de 30 horas y además, sin sanitario abordo.
Otra queja más de fondo fue la discriminación aplicada por el delegado y sus allegados, pues mientras que estos “militantes de segunda” se fueron por tierra, José Luis Pech Várguez, Omar Sánchez Cutis, Laura Corrales Navarrete y otros se fueron en avión, utilizando recursos del partido.
Este viaje aéreo resultó ser incongruente, porque justo unos días antes del evento, el propio Pech Vázquez declaró en una conferencia de presna en Cancún que existía una necesidad de “quitar privilegios a funcionarios públicos como el pago de boletos de avión”.
Los “militantes de segunda y tercera clase” cuestionaron la decisión de meterlos en vans, en lugar de rentar autobuses, mucho más cómodos, que cuentan con baño abordo y que, en términos reales, habrían representado una inversión menor.
El monto que representa la renta de un autobús con capacidad para 40 pasajeros y hacer el mismo recorrido es de 50 mil pesos. Para movilizar a las mismas 100 personas, se habrían requerido de dos a tres camiones, es decir una inversión de entre 100 y 150 mil pesos (con el monto más alto, aún habría representado un ahorro de 40 mil pesos).
Las declaraciones con que cuenta esta agencia son de militantes quienes viajaron y aún, de uno de los coordinadores de una de estas camionetas, debidamente grabados en audios en nuestro poder. Los nombres se reservan a petición de parte, debido a las amenazas de Omar Sánchez Cutis de llevar a quienes critiquen al Comité de Honor y Justicia.
El viaje del estado de Quintana Roo a la Ciudad de México se realizó sin mayores contratiempos excepto el tiempo de recorrido, más de 30 horas. Los gastos que supusieron la alimentación y uso de baños públicos corrió a cargo de cada pasajero.
El domingo 3 de septiembre a las 15:00 horas, los coordinadores de cada camioneta se dieron a la tarea de verificar que cada pasajero estuviera en el vehículo antes de partir; de hecho, pretendían ponerse de acuerdo para viajar en grupo cuando Omar Sánchez Cutis hizo acto de presencia para urgir su salida y sentenciar a los choferes: el viaje se tendría que hacer por carreteras exentas de casetas de cobro.
EL INCIDENTE
Alrededor de las 23:30 horas, el vehículo que trasladaba a la gente de Playa del Carmen bajaba de la Ciudad de Córdova, Veracruz cuando, al disminuir la velocidad para cruzar un tope, fue atacada con una piedra de dimensiones considerables en una de las ventanas laterales; el conductor –nunca definieron si lo hizo por falta de experiencia o de manera deliberada-, comenzó a disminuir la velocidad con el objetivo de detenerse, lo que evitaron los pasajeros exigiéndole a gritos que no lo hiciera, que siguiera adelante pues se trataba de un potencial asalto.
A decir de uno de los coordinadores de las camionetas, los choferes, los cinco, habrían comentado ser originarios de la zona.
La unidad se detuvo al fin más adelante donde se dieron a la tarea de valorar los daños; de hecho, se solicitó la presencia de una unidad de la Cruz Roja Mexicana para valorar a los dos heridos; uno por golpes y heridas superficiales, y uno más a quien se le enterraron varios trozos de vidrio en el párpado sin que las puntas llegaran al globo ocular.
Otra de las unidades, la que movilizaba a los militantes de Benito Juárez, tomó un desvío hacia la ciudad de Cosamaloapan, Veracruz y allí detuvo su marcha, específicamente en una estación de servicio. No requería combustible, simplemente se detuvo entre las 00:30 y la 1 de la mañana. Esa zona, cabe mencionarlo, es conocida por la incidencia de asaltos y secuestros, este hecho alertó a los ocupantes pues el conductor simplemente bajó de la unidad y se perdió en las inmediaciones de la gasolinera dejando a los pasajeros en la unidad.
A esas horas, los coordinadores de las camionetas se pusieron en contacto; resulta que los chóferes habrían acordado sin informar a los coordinadores detenerse justo en ese punto. A través de sus celulares estuvieron marcando tanto a José Luis Pech Várguez como a Omar Sánchez Cutis, ninguno de los dos respondió a las llamadas a pesar de que hacía varias horas que habrían llegado al Aeropuerto de Cancún.
A falta de coordinación general, los responsables de las cinco camionetas acordaron que, una vez que llegaran todos a ese punto exigirían la inmediata partida y harían la colecta con todos los pasajeros para pagar el monto de las casetas de peaje que aún les restaban en el trayecto, dinero que, hasta la fecha no se les ha reintegrado.
RECUENTO DAÑOS
Unas 34 horas de haber partido de la Ciudad de México, los militantes y simpatizantes de Morena, Quintana Roo llegaron a Cancún y con ello, perdieron mucho más que el dinero necesario para pagar las casetas –unos mil pesos por vehículo considerando precio de vehículo particular-; es decir, 5 mil pesos adicionales que tendría que haber cubierto la dirigencia y no lo hizo.
Además, las decisiones unilaterales del coordinador general del viaje, Omar Sánchez Cutis provocaron golpes, escoriaciones y vidrios en el ojo de un militante; una sospechosa parada donde se les tuvo a los pasajeros hasta la 1:30 horas en un lugar conocido por actos delictivos y el también sospechoso gasto excesivo por un monto de, por lo menos 40 mil pesos, si es que en verdad pagaron 38 mil pesos por la renta de cada camioneta.
Los coordinadores de las camionetas en las que se trasladó a los “Morenos” de segunda están muy molestos por lo acontecido, pero imposibilitados de hablar. Lo que sí han dicho, es que preparan denuncias documentadas en contra de la dirigencia por los hechos en los que se expuso su seguridad y vida, documentos que habrán de presentar ante la secretaría general de Morena con las fotografías y testimonios de los afectados.
Han adelantado también que, una vez que esta investigación se haga pública, convocarán a ampliar la información a los medios masivos de comunicación, pues, aun cuando el p
Denuncian negocios ilegales de Pech Várguez y Sánchez Cutis
*Por justificar 40 mil pesos arriba del presupuesto regular mas las “regalías” por direccionar un servicio de transporte, ponen en riesgo a militantes.
AGENCIA SIM
Cancún.- El traslado de militantes del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) a la Ciudad de México, el pasado 3 de septiembre, para la firma del Acuerdo de Unidad Nacional, fue utilizado por la dirigencia “pro tempore” en Quintana Roo, como una oportunidad de lucro, “inflando” los presupuestos de traslados y escatimando en la contratación del transporte, lo que terminó con dos heridos y poniendo en riesgo la integridad física de quienes acudieron.
Seguidores de Morena que participaron en ese viaje acusaron al delegado José Luis Pech Várguez, y al coordinador del Distrito 1, quien estaba directamente encargado del traslado, de llevarlos en vans no aptos para viajes largos, rehusándose a pagar peajes, aunque luego presentaron costos muy superiores al Comité Ejecutivo Nacional, en contubernio con los otros coordinadores locales, Yensunni Martínez Hernández, Anahí González Hernández y Juan Ríos Balderrama, y el coordinador de finanzas, Gustavo Cach Pech.
Los militantes y simpatizantes de Morena partieron el viernes en la tarde. El plan fue hacerlos llegar el sábado, hospedarlos en algún modesto hotel, llevarlos al evento y finalizando éste, subirlos al transporte y llevarlos de regreso.
Así, el “coordinador general del viaje”, Omar Sánchez Cutis se encargó de contratar con una empresa denominada “Transportes Abreu”, principalmente, porque el dueño de esta transportadora, Javier Abreu, tiene una relación cercana con el representante de AMLO en el estado, Rafael Marín Mollinedo. En total, se contrataron cinco vanes marca Volkswagen Crafter, en los cuales acomodaron a un total de 100 personas, es decir, 20 en cada vehículo, a un costo de 38 mil pesos por vehículo, esto es, 190 mil pesos en total.
El primer reclamo de los usuarios fue que estos vehículos no están diseñados para viajes largos, menos aún para uno que, por haber usado las vías federales –es decir, sin casetas de cobro- por instrucciones del propio Sánchez Cutis, se prolongó por más de 30 horas y además, sin sanitario abordo.
Otra queja más de fondo fue la discriminación aplicada por el delegado y sus allegados, pues mientras que estos “militantes de segunda” se fueron por tierra, José Luis Pech Várguez, Omar Sánchez Cutis, Laura Corrales Navarrete y otros se fueron en avión, utilizando recursos del partido.
Este viaje aéreo resultó ser incongruente, porque justo unos días antes del evento, el propio Pech Vázquez declaró en una conferencia de presna en Cancún que existía una necesidad de “quitar privilegios a funcionarios públicos como el pago de boletos de avión”.
Los “militantes de segunda y tercera clase” cuestionaron la decisión de meterlos en vans, en lugar de rentar autobuses, mucho más cómodos, que cuentan con baño abordo y que, en términos reales, habrían representado una inversión menor.
El monto que representa la renta de un autobús con capacidad para 40 pasajeros y hacer el mismo recorrido es de 50 mil pesos. Para movilizar a las mismas 100 personas, se habrían requerido de dos a tres camiones, es decir una inversión de entre 100 y 150 mil pesos (con el monto más alto, aún habría representado un ahorro de 40 mil pesos).
Las declaraciones con que cuenta esta agencia son de militantes quienes viajaron y aún, de uno de los coordinadores de una de estas camionetas, debidamente grabados en audios en nuestro poder. Los nombres se reservan a petición de parte, debido a las amenazas de Omar Sánchez Cutis de llevar a quienes critiquen al Comité de Honor y Justicia.
El viaje del estado de Quintana Roo a la Ciudad de México se realizó sin mayores contratiempos excepto el tiempo de recorrido, más de 30 horas. Los gastos que supusieron la alimentación y uso de baños públicos corrió a cargo de cada pasajero.
El domingo 3 de septiembre a las 15:00 horas, los coordinadores de cada camioneta se dieron a la tarea de verificar que cada pasajero estuviera en el vehículo antes de partir; de hecho, pretendían ponerse de acuerdo para viajar en grupo cuando Omar Sánchez Cutis hizo acto de presencia para urgir su salida y sentenciar a los choferes: el viaje se tendría que hacer por carreteras exentas de casetas de cobro.
EL INCIDENTE
Alrededor de las 23:30 horas, el vehículo que trasladaba a la gente de Playa del Carmen bajaba de la Ciudad de Córdova, Veracruz cuando, al disminuir la velocidad para cruzar un tope, fue atacada con una piedra de dimensiones considerables en una de las ventanas laterales; el conductor –nunca definieron si lo hizo por falta de experiencia o de manera deliberada-, comenzó a disminuir la velocidad con el objetivo de detenerse, lo que evitaron los pasajeros exigiéndole a gritos que no lo hiciera, que siguiera adelante pues se trataba de un potencial asalto.
A decir de uno de los coordinadores de las camionetas, los choferes, los cinco, habrían comentado ser originarios de la zona.
La unidad se detuvo al fin más adelante donde se dieron a la tarea de valorar los daños; de hecho, se solicitó la presencia de una unidad de la Cruz Roja Mexicana para valorar a los dos heridos; uno por golpes y heridas superficiales, y uno más a quien se le enterraron varios trozos de vidrio en el párpado sin que las puntas llegaran al globo ocular.
Otra de las unidades, la que movilizaba a los militantes de Benito Juárez, tomó un desvío hacia la ciudad de Cosamaloapan, Veracruz y allí detuvo su marcha, específicamente en una estación de servicio. No requería combustible, simplemente se detuvo entre las 00:30 y la 1 de la mañana. Esa zona, cabe mencionarlo, es conocida por la incidencia de asaltos y secuestros, este hecho alertó a los ocupantes pues el conductor simplemente bajó de la unidad y se perdió en las inmediaciones de la gasolinera dejando a los pasajeros en la unidad.
A esas horas, los coordinadores de las camionetas se pusieron en contacto; resulta que los chóferes habrían acordado sin informar a los coordinadores detenerse justo en ese punto. A través de sus celulares estuvieron marcando tanto a José Luis Pech Várguez como a Omar Sánchez Cutis, ninguno de los dos respondió a las llamadas a pesar de que hacía varias horas que habrían llegado al Aeropuerto de Cancún.
A falta de coordinación general, los responsables de las cinco camionetas acordaron que, una vez que llegaran todos a ese punto exigirían la inmediata partida y harían la colecta con todos los pasajeros para pagar el monto de las casetas de peaje que aún les restaban en el trayecto, dinero que, hasta la fecha no se les ha reintegrado.
RECUENTO DAÑOS
Unas 34 horas de haber partido de la Ciudad de México, los militantes y simpatizantes de Morena, Quintana Roo llegaron a Cancún y con ello, perdieron mucho más que el dinero necesario para pagar las casetas –unos mil pesos por vehículo considerando precio de vehículo particular-; es decir, 5 mil pesos adicionales que tendría que haber cubierto la dirigencia y no lo hizo.
Además, las decisiones unilaterales del coordinador general del viaje, Omar Sánchez Cutis provocaron golpes, escoriaciones y vidrios en el ojo de un militante; una sospechosa parada donde se les tuvo a los pasajeros hasta la 1:30 horas en un lugar conocido por actos delictivos y el también sospechoso gasto excesivo por un monto de, por lo menos 40 mil pesos, si es que en verdad pagaron 38 mil pesos por la renta de cada camioneta.
Los coordinadores de las camionetas en las que se trasladó a los “Morenos” de segunda están muy molestos por lo acontecido, pero imposibilitados de hablar. Lo que sí han dicho, es que preparan denuncias documentadas en contra de la dirigencia por los hechos en los que se expuso su seguridad y vida, documentos que habrán de presentar ante la secretaría general de Morena con las fotografías y testimonios de los afectados.
Han adelantado también que, una vez que esta investigación se haga pública, convocarán a ampliar la información a los medios masivos de comunicación, pues, aun cuando el propio Sánchez Cutis se comprometió a atender a los inconformes, esto no ha sucedido.
ropio Sánchez Cutis se comprometió a atender a los inconformes, esto no ha sucedido.