El mandatario encabezó este jueves una reunión extraordinaria del Consejo de Ministros que solicita el Tribunal Constitucional aprobar los recursos de inconstitucionalidad en los que se pide la nulidad de todos los actos destinados a organizar el referéndum el 1 de octubre.
Aseguró que las decisiones del Parlamento y del gobierno de Cataluña son “un aldabonazo autoritario y antidemocrático”, y sostuvo que “lo que no es legal no es democrático”.
Indicó que como presidente de gobierno español no puede permitir un referéndum que “acabaría con la soberanía nacional, liquidaría la convivencia y acabaría con el autogobierno de Cataluña”.
“Defendemos el principio de convivencia, que es decidir entre todos el futuro de nuestro país. Todos decidimos sobre lo que a todos nos pertenece, que es nuestro país”, señaló.
Expresó que la nación española “no es producto de la imposición, ni una ocurrencia de última hora, es resultado de la voluntad y sentimientos y de generaciones de personas que han querido vivir juntos en enriquecedora pluralidad”.
Rajoy aseveró que la Constitución se debe respetar, y que se trata de una norma sujeta a modificarse pero mediante las reglas determinadas “no con desobediencia e imposición”.
Por último, invitó a Puigdemont “a exponer sus demandas en el Congreso de los Diputados para abrir un diálogo y no quiso; y tampoco ha querido negociar otro entendimiento que no pasara por la imposición de un referéndum que ningún presidente del gobierno puede aceptar y negociar”.
La comparecencia de Rajoy se realizó también tras recibir en el Palacio de la Moncloa al secretario general del opositor Partido Socialista Obrero Español(PSOE), Pedro Sánchez, y antes de reunirse con el líder de la cuarta formación política Ciudadanos, Albert Rivera.
Rajoy les agradeció su apoyo en favor del respeto de la Constitución y del marco de convivencia vigente.