Durante su campaña, Trump convirtió a la inmigración ilegal en un tópico central de su discurso y, desde que asumió el poder en enero, la cantidad de deportaciones aumentó con fuerza.
Cuando era candidato, prometió dejar sin efecto el programa DACA de inmediato, pero una vez en la Casa Blanca encontró una férrea oposición que incluye a miembros de su propio partido republicano.
El día martes por la tarde, El fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, anuncio el fin del programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por su sigla en inglés), que perteneciente al periodo de Barack Obama.
El fiscal justifico esta acción, señalando es para «terminar el irrespeto al proceso legislativo del gobierno pasado», y resalto el programa se trata de «un ejercicio inconstitucional de autoridad por parte del Poder Ejecutivo». También alega la llegada de inmigrantes les negó empleos a cientos de miles de estadounidenses al permitir que “esos mismos inmigrantes indocumentados ocuparan esos puestos de trabajo».
«La nación debe establecer un límite de cuántos inmigrantes admitimos cada año. No podemos admitir a todo aquel que quiera venir, es así de simple», señalo Sessions.
Aclaro los beneficiarios actuales de DACA no sufrirán cambios durante los próximos seis meses, que es el tiempo designado al Congreso de Estados Unidos para que «entreguen soluciones legislativas apropiadas».
Los que cuentan con un permiso de trabajo vigente podrán conservarlo hasta que expire, mientras que aquellos cuyos permisos vencen en menos de seis meses podrán renovarlos antes del 1 de octubre por un periodo de dos años.
Tras el anuncio de Sessions, Trump ha hecho público un comunicado en el que ha defendido su actuación y ha minimizado el alcance de la muerte de DACA. También ha enfatizando que la pelota está ahora en el tejado del Congreso: «Resolveremos la cuestión del DACA con corazón y compasión, pero a través del proceso democrático lícito, mientras que al mismo tiempo aseguraremos que cualquier reforma migratoria que adoptemamos provea beneficios duraderos para los ciudadanos estadounidenses a los que fuimos elegidos para servir. ¡Es hora de que el Congreso actúe!».
Hay que resaltar que minutos antes del anuncio cientos de beneficiarios del programa en compañía de activistas se manifestaron fuera las instalaciones de la casa blanca. En New York, frente al edificio Trump, otro centenar se manifestó en contra de esta medida, a pesar de tratarse de una manifestación pacífica, hubieron 12 detenidos.
DACA fue implementado por Barack Obama en junio de 2012.
Su principal objetivo es proteger a los jóvenes inmigrantes indocumentados que fueron traídos a Estados Unidos cuando eran niños. Ha permitido que los inmigrantes obtengan un número de seguridad social, una identificación estatal y permiso para trabajar de forma legal.
Los dreamers (que es como son llamados los beneficiarios de DACA en alusión al sueño americano), pueden solicitar la suspensión de la deportación y residir legalmente en Estados Unidos durante dos años. Después de eso, pueden solicitar una renovación.
Para ser aceptados en el programa, los inmigrantes necesitaban cumplir con una serie de requisitos:
- Haber entrado en el país antes de cumplir los 16 años
- Haber tenido menos de 31 años el 15 de junio de 2012
- No haber tenido estatus legal migratorio en EE.UU. antes del 15 de junio de 2012
- Haber residido continuamente en Estados Unidos desde el 15 de junio de 2007 y hasta la actualidad
- Estar escolarizados o licenciados del ejército
- No haber sido condenados por algún delito ni suponer una amenaza para la seguridad nacional
Este plan migratorio no ofrece un estatus legal permanente ni supone ningún paso para obtener la ciudadanía estadounidense.
Se calcula que más de 750.000 inmigrantes indocumentados están adscritos al programa. Según la Oficina de Ciudadanía y Servicios Migratorios (USCIS) los mexicanos representan un 79% de los 787 mil 580 beneficiarios de DACA.
En noviembre de 2014, Obama intentó ampliar el programa para incluir a los inmigrantes indocumentados que hubieran entrado en el país antes de 2010 y eliminar el requisito de los 31 años de edad. Sin embargo, un fallo de un tribunal federal bloqueó esta medida.
Al perder los beneficios de DACA y si no llegase a haber una legislación aprobada en el Congreso en los próximos seis meses, más de 750.000 personas perderían la protección y correrían riesgo de ser deportados con la que cuentan actualmente.
Los republicanos han luchado para acordar una reforma migratoria durante años, así que hay una fuerte posibilidad de que DACA termine.
Muchos adscritos al esquema temen, además, que la información personal que entregaron al DHS para registrarse en DACA pueda ser utilizada por las autoridades migratorias para agilizar los procesos de deportaciones en el futuro.
Estudiar en una institución universitaria también se volvería más dificultoso al no tener un estatus migratorio legal en Estados Unidos.
Más de 500 universidades y centros de estudio superior firmaron una carta en marzo para pedirle a la Casa Blanca que despejara la «nube de miedo» sobre los estudiantes indocumentados.
La Universidad de Harvard dio un paso más y contrató en enero a un abogado de inmigración que está en el campus para resolver las dudas de los Dreamers.
La misma iniciativa fue replicada en otras prestigiosas instituciones como la Universidad de Columbia y la de Nueva York.
Por su parte el gobierno de México, por conducto del Embajador en Washington, D.C., Gerónimo Gutiérrez, ha enviado cartas a senadores y congresistas exponiendo el valor de los jóvenes DACA para la sociedad estadounidense y exhortándolos a encontrar pronto una solución permanente que les brinde certidumbre jurídica.
En un comunicado la secretaria de relaciones exteriores, señalo que los jóvenes DACA, también conocidos como «dreamers», aportan de manera significativa y cotidiana a la economía, la cultura y la sociedad del país al que llegaron siendo niños, y que hace apenas unos días, en su mensaje a la Nación con motivo de su Quinto Informe de Gobierno, el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, reiteró a todos los jóvenes «dreamers» su reconocimiento, admiración y solidaridad sin reservas. Motivos por los cuales el gobierno de México lamenta la decisión anunciada el día de hoy de dar por terminado DACA y expresa profunda preocupación por la incertidumbre que a partir de ahora enfrentarán miles de jóvenes nacidos en México.