Por Pedro Canché
Cuando la policía ministerial de Quintana Roo ubicó a Elieser Villanueva Lanz en un fiesta en Mérida, lanzó un operativo el domingo 2 de Julio para detenerlo. El cerebro financiero de Félix González Canto y Roberto Borge, logró huir en complicidad con la policía yucateca que le dio protección.
Felipe Saidén, jefe policiaco de Yucatán obedeció órdenes de su jefe el gobernador Rolando Zapata Bello. Una fuente afirma que Elieser Villanueva Lanz le dio a Saidén 10 millones de pesos en efectivo en agradecimiento.
El senador Félix González Canto, jefe de Roberto Borge, pidió al gobernador yucateco todo el apoyo para los 19 borgistas con órden de aprehensión. Priista al fin, Zapata Bello aceptó ocultar a los más destacados criminales del borgismo.
Por ejemplo, Eduardo Alonso Ovando se pasea en Chicxulub Puerto con la protección de Zapata Bello. Cada semana acude a comprar pescado y otras delicias del mar.
Y hay más. Juan Pablo Guillermo se codea con la alta sociedad yucateca. Esta semana se lo vio de etiqueta en la fiesta de los Molina, los de la franquicia de la pepsi cola y sus barcos en Cozumel- Playa del Carmen. Juan Pablo Guillermo sabe que goza de la protección de la temible casta yucateca y del gobernador.
Estos tres bandidos que saquearon Quintana Roo no les importa nada. Rolando Zapata Bello se convierte pues en un criminal por encubrir a estos delincuentes. Hay que abrirle un expediente a la voz de ya.
Los oficios de la Fiscalía General del Estado para coordinar acción contra estos hijos de Félix, terminan en el baño de Rolando Zapata Bello. Ya no le hace falta comprar papel sanitario.