En 2018 las fuerzas políticas que salieron del poder y los que están en el poder llegarán muy debilitados en las elecciones federales, donde habrá la conquista de escaños en el senado y diputaciones, así como las 11 presidencias locales. Ese priismo que se desprendió para apoyar a Carlos Joaquín aún no se acomoda en el poder por la cooptación de los restos borgistas-felixcistas en las pociones claves de la burocracia y esperan 2018 para ir por su turno, aunque con el padrinazgo de un Carlos Joaquín que ha jugado su tiempo en la cancha sin meter gol ni hacer un juego que saque del aburrimiento al público, entonces llegarán con un estigma impopular difícil de conquistar al electorado. Y el grupo panista y perredista en el poder no abrirá ningún espacio a los priistas pues tanto Eduardo Martínez como Emiliano Ramos han separado las candidaturas para el senado para de ahí saltar a una «soñada candidatura» en 2022. Y para sus correligionarios están las diputaciones y presidencias municipales, que además disputan también Jorge Aguilar Osorio, el topo y Carlos Montealban. Julián Ricalde sueña con el senado por lo que habrán patadas debajo y arriba de la mesa entre Julian y Emiliano Ramos y sus respectivos grupos. Prácticamente el servicio público ahora en el Gobierno de Carlos Joaquín solo ha sido un pequeño escaparate para anunciarse y darse baños con el pueblo. En el PAN Alicia Ricalde ya empieza a separar una senaduría por lo menos plurinominal para seguir en su carrera política. Así Chucho Pool pidió estar en la Zona Norte para ir por la presidencia de Cancún donde sigue amarrando sus intereses ante el disgusto de Francisco López Mena que se cree el gurú del panismo Quintanarroense solo por ocupar un puesto que le llegó mejor que la tómbola de Morena: andaba cuidando a sus nietos en Mérida cuando le dijeron que triunfó Carlos Joaquín y Margarita Zavala lo llamaba para ocupar el segundo puesto más importante en la cartera gubernamental del Estado como cuota de la Zavala y como premio por haber side leal a Felipe Calderón ( hic hic ). López Mena resucitado ya pelea ser senador y ya se vio en el Senado codeándose. Despierta Pancho que para eso te pagamos y Chucho Duarte si quiere hacer campaña que lo haga pero que renuncie a su encomienda como representante del Gobierno del Estado en la Zona Norte. La Patricia Sánchez Carrillo que ya le pagamos otra vez su departamento en la Ciudad de México y el sueldo de su asistente luego del berrinche que armó contra el gobernador sueña con ser la Presidenta Municipal de Cancún. Los panistas se dan hasta con las chanclas ahora que se acerca 2018. Debilitados también los priistas y verdes también impulsan a sus sobrevivientes del felixcismo-borgismo como Laura Fernández y Raymundo King para las senadurias que al final perderán a menos que sea por la vía plurinominal. Remberto Estrada es el monstruo del verde que ya se vio en el senado y de ahí en la gubernatura. Ese chamaco anda enfermo de poder. Entonces el escenario pinta para MORENA que viene con fuerza a nivel nacional y entonces los priistas viejos que huelen los vientos del cambio de poder dejan ese barco encallado llamado PRI y se suben a MORENA. El malvado dr Pech anda como chica de rancho que sale en la Ciudad: todos quieren con el y entonces anda de jacarandosa políticamente hablando, claro. Y trae a sus huestes y se la pasa de reunión en reunión. Sabe que como López Mena la vida les sonrió en la tercera edad y sin tómbola ni méritos saben que tienen en sus manos una gran fortuna que seguro explotarán en 2017. La franquicia de los abuelos.